Abd al-Malik ibn Qatan al-Fihri
Fue nombrado valí de al-Ándalus por el valí de Ifriqiya, después de que Abd ar-Rahman ibn Abd Allah al-Gafiqi muriera cerca de Poitiers, en la batalla de Poitiers.[2] Esta derrota impedía proseguir las campañas militares en el norte, pero solo de manera temporal. No ponía fin al poder musulmán, ni podía evitar futuros ataques.[3] Abd al-Málik organizó una nueva expedición en el año 733 y las tropas árabes se dirigieron desde Narbona hasta el Ródano y remontaron este río, efectuando saqueos en la región de poca trascendencia militar.[4][2] En el año 734 Abd al-Málik intentó ocupar Pamplona, donde era probable que se hubiera establecido un cuerpo de francos de apoyo, destinado a prevenir nuevas incursiones hacia Aquitania como la del 732. El ataque a la ciudad fracasó.[5] Una parte del ejército árabe se ocupó del asedio y el resto prosiguió su avance hacia el norte y pudieron atravesar los Pirineos y entrar en Gascuña, donde obtuvieron al menos una victoria, pero donde acabaron completamente derrotados por una fuerza militar integrada exclusivamente por vascones. Abd al-Málik salvó la vida y pudo volver a al-Ándalus.[6] Dos años después de su nombramiento fue destituido debido a su fracaso militar y sustituido por un nuevo valí, Uqba ibn al-Hayyach al-Saluli.[3] Sintiendo este cerca la muerte, designó (o fue obligado a designar) a Abd al-Málik como su sucesor, quien ocupó el cargo en el año 741.[5] En ese momento, la sublevación bereber del Magreb se había extendido a al-Ándalus y Abd al-Málik quiso hacerle frente con la ayuda de las tropas sirias de Balch ibn Bishr al-Qushayri, quien lo destituyó una vez sofocada la rebelión bereber y se hizo proclamar valí por sus propias tropas.[7] Abd al-Málik fue encarcelado en Córdoba y crucificado por su sobrino Balch ibn Bishr al-Qushairi ese mismo año a raíz de un problema con unos rehenes sirios en Algeciras.[8] Referencias
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