Contrajo matrimonio con su prima segunda, Catalina de Villafañe y Alvarado, nieta paterna del conquistador Ángel de Villafañe, gobernador y capitán general de La Florida, y materna del conquistador Jorge de Alvarado, teniente de gobernador y capitán general de Guatemala (hermano del adelantadoPedro de Alvarado), de quien escribió algunos versos en El Peregrino Indiano:
Y pues fortuna la ocasión me ofrece,
para decir, Sabed que soy casado
con nieta del segundo, sin segundo,
que ganó con Cortés el nuevo mundo.
por Jorge de Alvarado el invencible
lo digo, que es de mi mujer abuelo,
cuyo valor, y fuerza es imposible
explicar, si no ayuda el alto cielo.
Hermano es de don Pedro, aquel temible
De quien temblaba el mexicano suelo.
Formación y carrera
La vida de don Antonio de Saavedra Guzmán ilustra de manera singular el "cursus honorum" de la nobleza criolla en la temprana formación de dominio español sobre América. Sus orígenes familiares y la holgada posición económica le permitieron recibir una educación privilegiada. Desde joven, fue instruido en la literatura clásica española, el latín, y el náhuatl, el cual dominaba con gran destreza.
Ocupó altos cargos en el gobierno virreinal, como aquellos de corregidor de Zacatecas[8] (al cual renunció por intrigas cortesanas), visitador de Texcoco, alcalde mayor de las minas de Pachuca] de la provincia de Michoacán y de la provincia de Cuautitlán, alcalde de la Mesta y del arzobispado de México, juez de matanzas, juez de obrajes de la Ciudad de México, y juez repartidor del partido de Tepozotlán. A la vez, ocupó un lugar privilegiado en la Real Audiencia de México, el cual utilizó para luchar en contra de la explotación de los indios de Texcoco en 1577, cuando una epidemia de matlatzáhuatl (viruela) diezmó a la población.
El Peregrino Indiano
Por sus propias noticias, se sabe que viajó a la corte de Madrid a fines del siglo XVI. En los sesenta días que duró su recorrido, compuso su poema épico culto El Peregrino Indiano,[9][10] con los materiales que había reunido durante siete años. Se cree que algunas informaciones las pudo haber recopilado de la familia de su esposa, Catalina de Villafañe y Alvarado, nieta del conquistador Jorge de Alvarado, protagonista junto a sus hermanos Gonzalo, Gómez y Pedro de Alvarado en las conquistas de Tenochtitlán y de Guatemala.
El Peregrino Indiano está escrito en forma de epopeya o poema heroico, en veinte cantos de octavas reales, donde narra las hazañas de Hernán Cortés desde que salió de Cuba al mando de la flota que le confió Diego Velázquez, hasta el sitio y toma de Tenochtitlán, finalizando con la prisión de Cuauhtémoc.
Está dirigido al rey Felipe III, quien ascendió al trono en septiembre de 1598, poco antes de la impresión de la obra en 1599. Durante la introducción, Saavedra compone sendos versos al rey y a su padre y abuelos, es posible que haya hecho pequeñas modificaciones para adaptarlo al nuevo monarca, a cuyas manos llegó la obra antes de su aprobación,[11] considerando que lo compuso en los últimos meses del reinado de su padre, Felipe II.
Tan solo se imprimió la primera parte de la obra, llamada "Tierra Estéril Mal Arada", y se sabe que le seguía una segunda que jamás fue terminada,[2] quizás debido a su muerte.
Fue impreso por primera vez en Madrid en el año de 1599 en la imprenta de Pedro Madrigal, misma que imprimió La Araucana de Alonso de Ercilla en 1590, y, tras su venta al aprendiz Juan de la Cuesta, la primera edición del Quijote de Miguel de Cervantes en 1604.[12] Fue la primera obra de poesía escrita por un americano editada e impresa de la que se tiene noticia. En la publicación, se incluye un retrato en grabado del propio Antonio de Saavedra en armadura renacentista, similar a la encontrada años más tarde en el retrato del V conde del Castellar.[13]
Destaca en la portada de la impresión la condición de Antonio de Saavedra como miembro de la nobleza española, resaltándose en la misma como "viznieto del I conde de Castellar, nacido en Mexico", lo que auxiliaría a su recepción en el entorno cortesano de Madrid.
Recepción y crítica
En su Colección, Lope de Vega (con quien Saavedra coincidió en la corte) incluyó un soneto laudatorio a Antonio de Saavedra en el que lo compara con el poeta romano Lucano, que dice así:
En el siglo XVIII el gran historiador e ilustrado novohispano Francisco Javier Clavijero catalogó la obra de Saavedra entre la temprana historiografía mexicana del siglo XVI, pues de acuerdo a su opinión, su contenido historiográfico era más relevante que su composición narrativa en verso:
"Saavedra Guzmán, noble mejicano, en su navegación á España, compuso en veinte cantos la historia de la conquista de Méjico y la publicó [a su llegada] en Madrid con el título de El pelegrino indíano. Esta obra debe contarse entre las historias, pues sólo tiene de poesía el verso."
La catalogación de Clavijero en historiografía no evitó que la crítica literaria, comenzando por el propio Vicente Espinel, autor de los preliminares, se centraran en la prosa y estilo del poeta, si acaso comentando en su introducción de temas cultos propios del Siglo de Oro y su compleja construcción, más que en su contenido historiográfico.
Otras obras
Se conserva también un soneto laudatorio que compuso a Bernardo de Balbuena, autor de La Grandeza Mexicana, publicado en los preliminares de la misma (al menos en su edición de 1604 impresa en México por Melchor Ocharte).[14]
Juan de Saavedra Guzmán, teniente de capitán general y secretario de la gobernación de la Nueva España,[15] corregidor de Tequesquitlán, alcalde mayor de Antequera (Oaxaca) y Cholula, juez de registros de grana, ganados y visitas a estancias, propietario de importantes estancias en el Soconusco, por sucesión de su abuela Leonor de Alvarado, donde declaró poseer una de las bibliotecas más importantes de su época en América,[16] casado con María de Monroy, hija del minero extremeño Juan de Monroy, regidor y alcalde mayor de Zacatecas, Aguascalientes, Santa María de los Lagos y de Teocaltiche, fundador de las minas de Fresnillo y San Luis Potosí, tercera llave de la Real Caja de Zacatecas, y de María Flores.[17] Fueron padres de:
Isabel de Saavedra Guzmán, recibida como cofrade de la Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio de Jalostotitlán junto con su madre doña Inés de Brenes el 1 de enero de 1638. Casó con don Diego Pérez de Maldonado, nieto paterno del capitán Melchor Pérez, conquistador de Michoacán (quien rindió personalmente a Tangáxoan Tzíntzicha, último cazoncipurépecha[20]), y de Juana de Cáceres Maldonado (hija de Bartolomé Gómez Catalán, conquistador de Tenochtitlán[21] y encomendero de Tepetitlán).[22][23] Fueron padres de:
Josefa Pérez-Maldonado de Saavedra (1649), casada con Manuel de Lomelín Portugal y Mendoza, hijo de Domingo de Lomellini y Benavides, y de Regina Gómez de Portugal y Hurtado de Mendoza (cuya descendencia entroncó a la de Jerónimo de Orozco).
Luis Pérez-Maldonado de Saavedra. Casó con Gertrudis Morán de Ledesma e Ibarra, hija de Salvador Morán de Ledesma y de Gertrudis de Ibarra y Montes de Oca (con descendencia entroncada a la de su hermana Josefa).
Lorenzo Pérez-Maldonado de Saavedra, propietario de la hacienda de San Cayetano de la Higuera (Cuquío). Casó con Francisca Morán de Ledesma e Ibarra, hija de Salvador Morán de Ledesma y de Gertrudis de Ibarra y Montes de Oca (con descendencia vinculada al Exvoto Pérez-Maldonado,[24] propiedad de André Breton a través de Frida Kahlo y Diego Rivera[25]).
Ancestros
Ancestros de Antonio de Saavedra Guzmán
16. Fernán Arias de Saavedra, III señor de Castellar y El Viso
8. Juan de Saavedra y Ponce de León, I conde de Castellar
↑Romero Galván, José Rubén (13 de diciembre de 2019). «Antonio de Saavedra Guzmán». Instituto de Investigaciones Históricas Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).