Asamblea Nacional LegislativaLa Asamblea Nacional Legislativa (en francés: Assemblée nationale législative) se refiere a dos asambleas nacionales de la historia de Francia. La primera bajo la Revolución francesa,[1] y la segunda bajo la II República, a mediados del siglo XIX.[2] Asamblea nacional legislativa de la Revolución francesa (1791-1792)La primera Asamblea Nacional Legislativa fue creada por la Constitución francesa de 1791, y sucedió a la Asamblea Nacional Constituyente el 1 de octubre de 1791. Al decidir esta que ninguno de sus miembros podría ser reelegido, quedó formada por hombres nuevos y representaba mayoritariamente a la burguesía rica, al ser el sufragio censitario. La última sesión tuvo lugar el 21 de septiembre de 1792, antes de ser sucedida por la Convención Nacional.
ComposiciónDentro de la Asamblea Nacional Legislativa había tres grandes grupos.
ActuacionesLa Asamblea Legislativa tuvo que enfrentarse a las dificultades económicas y financieras y a la agitación religiosa y contrarrevolucionaria azuzada por el clero refractario. Sus principales actividades fueron:
Asamblea nacional legislativa de la Segunda República francesa (1849-1851)En el marco de la primavera de los pueblos, y tras la proclamación de la República el 25 de febrero de 1848, el gobierno provisional instaura el sufragio universal reservado a los hombres de más de 21 años para las elecciones a la Asamblea nacional constituyente de abril de 1848. En un contexto de grave crisis económica, las élites tradicionales provinciales dominan la asamblea que elaborará la Constitución aprobada el 4 de noviembre de 1848. Esta preve la elección de un presidente de la República por sufragio universal para un mandato de 4 años. Gracias a una hábil y poderosa campaña electoral, Luis Napoleón Bonaparte es elegido el 10 de diciembre de 1848 con 74% de los sufragios.[3] La nueva asamblea legislativa es elegida el 13 de mayo de 1849: la dominan los partidarios del conservadurismo social y del orden –legitimistas, orleanistas, republicanos moderados y bonapartistas— que logran juntos más de 53% de los votos y casi 500 diputados sobre un total de 750. Al no conseguir de la Asamblea la revisión constitucional que permitiría su reelección, Luis Napoleón Bonaparte organiza un golpe de Estado el 2 de diciembre de 1851 que pone fin a la II República disolviendo la asamblea, e instaura el Segundo Imperio.[3] ActuacionesSus conflictos con el príncipe-presidente (Luis Napoleón Bonaparte es jefe del ejecutivo y jefe del gobierno) son casi permanentes, ya que la Constitución no contempla ningún mecanismo regulador en estos casos. Gracias a la mayoría del partido del Orden, hostil a la herencia de la revolución, al socialismo y apoyándose en la Iglesia Católica, la asamblea vota numerosas leyes conservadoras e impopulares. Limita la libertad de prensa, reduce el sufragio universal y aprueba la ley Falloux que amplia las prerrogativas de la Iglesia en materia de educación en detrimento de la educación pública.[4] Véase también
Referencias
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