Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos HumanosAsociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos [1] es una asociación que funciona en Argentina desde 2003 y está integrada por sobrevivientes de trata/explotación sexual,mujeres, trans y travestis desocupadas que sobreviven,han sobrevivido o se encuentran en riesgo de prostitución. AMADH lucha contra la trata de personas, la violencia institucional, la explotación sexual y la desigualdad de género y le exige al Estado políticas públicas integrales ya que considera que la prostitución se encuentra directamente vinculada a la pobreza y a la vulneración sistemática de los derechos humanos de las personas. AMADH pretende encontrar estrategias y alternativas de vida para las mujeres y travestis en situación de prostitución.[2][3] HistoriaLos orígenes de la organización se remontan a 1995. En ese momento, un grupo de mujeres en situación de prostitución se organiza en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y forma AMMAR. En sus comienzos el objetivo era defenderse de la represión policial y oponerse a la aplicación de códigos contravencionales contra las personas en situación de prostitución. Más tarde, en 2002, este grupo se separa de AMMAR, primero con el nombre de AMMAR Capital y luego con el de AMADH por considerar que la prostitución no es un trabajo y adherir al abolicionismo de la prostitución.[4][5] En 2003, el grupo se desvincula de la CTA, cuando AMMAR reivindica la prostitución como trabajo y fundan AMMAR Capital[6][7][8] pero luego modifican su nombre a AMADH y se constituyen jurídicamente como la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos (AMADH). Se fueron a un espacio cedido por la Iglesia Evangélica Metodista de Flores y pasaron a autodenominarse “mujeres en situación de prostitución”.[5] Luego ocuparon una sede en el barrio de Once, espacio facilitado por la ONABE.[9] La asociación desarrolla actividades y programas que buscan empoderar a las mujeres en situación de prostitución y prevenir la situación de vulnerabilidad y exclusión social que obliga a niñas y mujeres a caer en la explotación sexual. No están de acuerdo con AMMAR en que la prostitución sea "trabajo sexual" y equivalente a la oferta de cualquier otro servicio. Por el contrario, entre sus objetivos se encuentran exigir al Estado políticas públicas en educación, trabajo y salud, para ayudar a las mujeres a salir de la situación de prostitución. La asociación considera que los derechos básicos de las mujeres que han sido empujadas por las circunstancias a una situación de prostitución han sido vulnerados y que son víctimas de explotación sexual. En AMADH se agrupan las mujeres que se autodenominan en situación de prostitución para demandar asistencia al Estado y reinserción laboral en un trabajo digno sin explotación sexual, a diferencia de las que se nuclean en AMMAR que se autodenominan trabajadoras sexuales.[5] En AMADH no creen que la prostitución sea un trabajo y por eso se oponen a los intentos gubernamentales de reglamentar la prostitución porque creen que de esta manera se la promueve y que el discurso que se ofrece a las mujeres es que la única salida para la pobreza son las esquinas o los prostíbulos regenteados por proxenetas.[10] La asociación cuenta con un centro educativo para que mujeres adultas puedan terminar sus estudios primarios y un centro de formación laboral, con talleres de periodismo, audiovisuales, cine y música.[11] La asociación brinda asesoramiento a personas en situación de prostitución para que conozcan sus derechos, ofrece talleres sobre derechos sexuales y reproductivos, espacios de reflexión y realiza campañas de divulgación y concientización. El espacio “Las Tamboras” es un lugar donde hacen música. La asociación, formada en su mayor parte por mujeres y travestis que están o han estado en situación de prostitución, sostiene que reglamentarla es legitimar la explotación sexual. [12] Por eso se apoyan el abolicionismo de la prostitución.[13][14] Véase tambiénReferencias
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