Autovía de la Barranca
La autovía de la Barranca o A-10 (cooficialmente, en euskera, Sakanako autobia)[1] es una autovía navarra que conecta las localidades de Irurzun y Alsasua y, a mayor escala, las ciudades de Pamplona y Vitoria, empleando para ello también las autovías A-1 y AP-15. Fue construida por el Gobierno de Navarra entre los años 1990 y 1997 sobre el antiguo trazado de la carretera N-240-A, que forma parte de la ruta N-240 entre Tarragona y Bilbao. Debe su nombre a la comarca navarra de la Barranca. Con la apertura de la A-636 entre Beasáin y Vergara, esta autovía se consolida también como parte de la ruta entre Pamplona y Bilbao que, a mayor escala, constituirá el llamado Corredor subpirenaico, uniendo así el mar Cantábrico en Bilbao o San Sebastián con el mar Mediterráneo en Tarragona, Barcelona o Gerona pasando por Pamplona, Huesca y Lérida, empleando las autovías A-15, A-10, A-21, A-23, A-22, A-27 y A-2. Recientemente, el Gobierno de Navarra ha destinado una partida presupuestaria para la conservación, entre otras, de esta autovía, por lo que la práctica totalidad de las señales horizontales han sido renovadas.[2] Tramos
Recorrido
Tramos sensiblesEn general nunca suele haber grandes atascos en esta autovía al no conectar directamente con ninguna ciudad. TurismoPese a su corta longitud, cerca de la autovía se pueden visitar estos lugares: MonumentosLugares naturalesVéase tambiénReferencias
Enlaces externos
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