La eliminatoria sudamericana estuvo compuesta por un torneo todos contra todos entre las 10 escuadras miembros de la Conmebol.
El método de clasificación fue el siguiente: los cuatro primeros lugares de la tabla clasifican directamente al Mundial. El quinto lugar deberá batirse en partidos de ida y vuelta con el equipo que gane la clasificatoria de Oceanía. En caso de empate entre dos o más equipos con igualdad de puntaje, el ganador es el que tenga mayor cantidad de goles en los partidos disputados entre ellos. Si la igualdad persiste, se recurrirá consecutivamente a la diferencia de gol en todos los partidos del proceso, el número de goles anotados en todo el proceso y un partido definitorio en terreno neutral, hasta obtener algún equipo clasificado.
Las selecciones de Argentina, Brasil, Ecuador y Paraguay clasificaron directamente para el máximo torneo internacional, mientras que Uruguay enfrentó a Australia en el repechaje intercontinental. En el partido de ida, disputado en Montevideo, Uruguay venció 1:0, cayendo por idéntico marcador en el de vuelta (disputado en Sídney). En la definición por penales, Uruguay quedó eliminado por 4–2.
Equipos participantes
Por segunda vez consecutiva las diez selecciones de Conmebol fueron las participantes del proceso eliminatorio, con la novedad de que Brasil, el campeón defensor del mundial pasado, participó en las eliminatorias en lugar de clasificar de forma automática a la cita mundialista.