La corriente de las Malvinas es una corriente oceánica que transporta aguas frías subantárticas; se desplaza de sur a norte y rodea a las islas Malvinas. La velocidad de esta corriente tiene variaciones[1][2] pero es, en promedio, de un nudo (una milla por hora), es decir aproximadamente 2 km/h. Si bien la corriente de Malvinas que fluye sobre el talud continental afecta el movimiento de las aguas de la plataforma argentina solo lo hace en los 30 km más cercanos a ella.[3] Además, existen intrusiones de la corriente sobre la plataforma que llevan nutrientes y características subantárticas.[4][5]
A lo largo del talud continental, desde su separación de la corriente Circumpolar Antártica en el pasaje de Drake, transporta aguas subantárticas hacia el norte, desde una latitud aproximada de 55° S y hasta la zona imprecisa comprendida entre los 39° y 36° S. La masa principal de agua de esta corriente se halla entre los 150 y 600 m (a mayor profundidad que los 200 m se encuentra ya la cuenca Argentina) con temperaturas entre 4° y 5 °C y salinidades entre 34,1 y 34,2 por mil.
En sentido contrario a la corriente de las Malvinas sobre el talud continental, circula la corriente del Brasil, que transporta aguas subtropicales con una salinidad mayor a 35,0 por mil y temperatura superior a 16 °C. Entre los 36° y 38° S, esta corriente converge con la corriente de las Malvinas y define la Confluencia Brasil-Malvinas.[6] Esta área se caracteriza por ser muy energética y presentar muchos remolinos de mesoescala.[7]
Las dos corrientes ya fusionadas, se desprenden del borde continental y circulan con dirección sudeste alejándose del continente americano, para constituir la celda de recirculación anticiclónica del Atlántico Sur.[8]