Cristina Olazar
Cristina Olazar (Paraguay, 1943), es una activista social paraguaya por los derechos campesinos desde la época de la dictadura de Alfredo Stroessner. Fundadora de las Ligas Agrarias Cristianas de Jejuí, luchadora por la reivindicación de las tierras campesinas despojadas relacionadas con el Caso Jejuí.[1] Es militante del ecofeminismo, y de la sabiduría ancestral.[2] Fue fundadora de la red de producción y consumo responsable de alimentos y productos artesanales, la Red Agro-ecológica.[3] También fue fundadora del partido político Kuña Pyrenda, en 2012 y candidata a diputada por el Partido Kuña Pyrenda en 2013.[4] BiografíaPrimeros añosCristina procede de una vivencia matriarcal, su familia estuvo marcada por la ausencia de las figuras masculinas en su crianza, comenzando por su tatarabuela, siendo primera pobladora de su localidad, y siguiendo por su abuela que la crio con esfuerzo y sacrificio, vendiendo en el mercado lo que producía en su chacra. Así también transcurre la vida de Cristina, su madre, la crio con el mismo modelo que sus antecesoras, labrando la chacra y siendo cabeza de hogar, sin necesidad del padre de la familia. La madre de Cristina fue inspiración del saber popular, se alimentaban de lo que la tierra daba, y fue creciendo con una fuerte pensamiento ecológico. Cristina asistió a la escuela primaria de la zona, aunque su madre no recibió educación primaria, decidió que sus hijos fueran formados. Pero como la educación era costosa, fue a vivir a Campo Grande junto la hermana de su mamá. En la casa de su tía se formó en la escuela primaria desde el segundo al quinto grado, pero vivió bajo el régimen de criadazgo donde sufrió la ausencia de su madre, y angustiosamente tuvo que criar a los niños y "trabajar" como criada a su corta edad. Luego volvió a vivir nuevamente en la casa de su madre y continuar con sus estudios[2] San Isidro de JejuíLa comunidad donde vive y milita Cristina Olazar, San Isidro de Jejuí, ubicada en las afueras de la actual ciudad General Resquín en San Juan, (Misiones). Fue fundada en 1970, en plena dictadura de Alfredo Stroessner, dicha comunidad adoptó como principio la tenencia comunitaria de la tierra para erradicar la idea de que esta es un bien de compraventa en el mercado.[2]
De lo que obtenían en ganancias, alimentos y cosechas, eran distribuidos entre los integrantes de la comunidad, de manera equitativa, según las necesidades de las familias.[6] El modelo de comunidad fue replicándose en alrededor de 60 comunidades aledañas, cuestión que comenzó a disgustar a la Dictadura Colorada, y fueron acusados de comunismo y comenzó la persecución a los precursores de esta comunidad campesina, entre ellos, Cristina Olazar. Esta comunidad campesina, en todos sus habitantes, mujeres, varones y niños, sufrieron la persecución en carne propia del Tirano, y de sus secuaces los policías de la zona. Los argumentos para reprimir era que la Iglesia y los sindicalistas, organizaban a los campesinos del lugar en supuestas guerrillas.[6]
Persecución del RégimenEl 8 de febrero de 1975, militares stronistas asaltaron la comunidad campesina de San Isidro de Jejuí, en San Pedro. Y con dichos asaltos se inicia la persecución de la dictadura contra las Ligas Agrarias de Jejui, asociación comunitaria, donde Cristina trabajaba como profesora de la Escuelita. En abril de 1976, se inició la más fuerte represión a la comunidad, coincidente con la Semana Santa, que fue denominada Pascua Dolorosa, resultó en campesinos desaparecidos, torturados, salvajemente golpeados y vejados en las prisiones, y encerrados en los campos de concentración stronistas. Luego de la Pascua Dolorosa, Cristina pasó a vivir en la clandestinidad, su experiencia como maestra en la Escuelita de la comunidad campesina, le permite trabajar en un proyecto de alfabetización indígena en la lengua paí tavyterá.
Convivió con el pueblo Paí Tavyterá, y desarrolló el pensamiento basado en la cultura campesina y sus orígenes en la cultura indígena.
Memorias de la dictaduraAdemás de su activismo social en épocas de la dictadura y de la persecución sufrida por varios años. Olazar continuó firme reivindicando la memoria de las víctimas de este régimen dictatorial, entre las actividades que lideraba y participaba, se encuentra lo denominado como “Velorio Colectivo de futuros Difuntos” realizado en 2019 para velar a las víctimas pasadas y futuras y sus propios funerales.[7][8] Su vida en una obra de teatroLa vida de Cristina Olazar inspiró uno de los monólogos y personajes en la versión libre; Kuña Rekove (pave'ỹ), una obra de teatro itinerante que fue reversionada en 2017, de la directora de teatro Paola Irún, en la misma se utiliza los testimonios reales de siete mujeres: Tina Alvarenga, Belencha Rodríguez, Lucía Sandoval, Kelly Aguero, Yren Rotela, Ñeca Otazú y Cristina Olazar.[9]
Premios y reconocimientos
Véase tambiénReferencias
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