Crucifixión con dos donantes (El Greco)
Crucifixión con dos donantes o Cristo crucificado con dos donantes es una pintura de Doménikos Theotocópuli, conocido como el Greco,[1] realizada hacia 1590. En la actualidad se conserva en el Museo del Louvre, en París. IntroducciónCabe distinguir entre la iconografía de Cristo en la cruz —sólo con la figura de Jesús— y la de la crucifixión, en la que también aparecen otras figuras, De este segundo tema, el Greco realizó cuatro variantes, bastante diferentes entre sí. El presente lienzo conforma la primera de ellas, en la que figuran dos donantes al pie de la Cruz.[2] Este lienzo fue encargado al Greco por uno de los dos personajes retratados a los pies de la cruz. En principio se creyó que los retratos de los donantes correspondían a los hermanos Diego y Antonio de Covarrubias. Hoy se cree que la figura de la izquierda correspondería a Dionisio de Melgar —canónigo del convento de las Jerónimas— quien habría realizado el encargo. Se desconoce la identidad del otro personaje, habiéndose propuesto a varios vecinos de Toledo, como Blas de Fuentechada o Pablo Rodríguez de Belalcázar, pero no hay consenso al respecto.[3]Estas figuras deben ser los primeros retratos realizados por el Greco en España. Se ha señalado cierta incongruencia entre sus imágenes —naturalistas y un tanto rechonchos— con la estilizada figura de Jesús.[4] Análisis de la obraDatos técnicos y registrales
Descripción de la obraCristo está representado aún vivo, con su rostro ladeado hacia su derecha, y la mirada dirigida a un punto fuera del cuadro. Su figura tiene una proporción alargada —de canon manierista— y está iluminada de una forma que acentúa su naturaleza divina. El perizonium ligeramente caído y los tres clavos contribuyen a dar a su figura una forma serpentinata, ya que al montar un pie sobre el otro, la cadera se desplaza forzando la postura.[7] Los retratos de ambos donantes son admirables. El de la derecha es un noble, ataviado a la moda del Toledo del siglo XVI, que parece actuar como testigo de la escena. El de la izquierda es un clérigo con sobrepelliz, que junta sus manos en oración. Es notable el contraste entre sus manos —de modelado firme y fundido— y la trasparencia del sobrepelliz, realizado con pinceladas de varias direcciones u materia muy densa.[8] La ausencia de paisaje está compensada por un celaje oscuro, que acentúa la luminosidad del cuerpo de Jesúa. La bóveda celeste aparece rasgada, con una contorsión de nubes crepusculares, evocando la tiniebla de la crucifixión.[9] Procedencia
Referencias
Bibliografía
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