Los enclaves españoles son territorios que, administrativamente, pertenecen a una jurisdicción territorial que está completamente rodeada por territorio de otra u otras jurisdicciones.
Aquí se concentra en los enclaves provinciales que son territorios que, por razones históricas, se encuentran rodeados de territorio correspondiente a otra u otras provincias españolas, y en algún caso a otro país. También hay enclaves municipales.
Un ejemplo es el Rincón de Ademuz. En 1260, el rey de Corona de Aragón, Jaime I el Conquistador, adscribió al Reino de Valencia el feudo turolense de Ademuz y desde entonces ha habido varios intentos de reunificación con Teruel.[1] Otro ejemplo es Llivia que formó parte del condado español de la Alta Cerdaña hasta su cesión a Francia en 1660, en el que el condado entero fue entregado a excepción de este pequeño pueblo catalán.
El escritor Ramón Carnicer redactó un libro en 1995 sobre los enclaves españoles llamado Viaje a los enclaves españoles,[2] en el que lista un total de 26:
Hay un enclave municipal cuando una parte o la totalidad de un municipio está rodeada por otro municipio de la misma provincia. Ejemplos son los municipios cacereños de Aliseda y Sierra de Fuentes, rodeados por el término de Cáceres capital, el municipio malagueño de Arriate rodeado por Ronda y el municipio ciudadrealeño de Almuradiel, rodeado del municipio de Viso del Marqués o Villavieja, rodeado en su totalidad por Nules en Castellón. En Tenerife, Islas Canarias, el municipio de Tegueste se encuentra rodeado por el de San Cristóbal de La Laguna.
↑ abcdFragmento (territorio): porción de tierra semejante a un enclave pero que se diferencia porque no está completamente rodeado, ya que tiene acceso a la costa.