Esquina Maldita
La Esquina Maldita fue una zona urbana de la ciudad de Porto Alegre, Brasil. Estaba situada en la intersección de la Avenida Osvaldo Aranha y la rúa Sarmento Leite y entró en la historia de la ciudad como un lugar de transgresión y de debates políticos y culturales. Entre las décadas de 1960 y 1970, florecieron en esta esquina cuatro bares: Estudantil (fundado en 1959), Alaska (1965), Copa 70 (1970) y Mariu's (1975). Situada frente al Campus Central de la Universidad Federal de Río Grande del Sur, la zona tenía (y sigue teniendo) una gran concentración de residentes universitarios, artistas e intelectuales. Durante el periodo de la dictadura militar, estos jóvenes se reunían en los bares donde se debatía sobre política, pero también sobre los cambios sociales, de comportamiento y culturales que traía la época. Había una clara conexión entre estos bares y los bares del campus universitario y con los directorios académicos donde la politización era intensa. Entre los jóvenes, la participación ayudaba a definir identidades y alianzas, tanto afectivas como sociales e ideológicas, creando un espacio para la expresión de ideas, símbolos y deseos que estaban siendo reprimidos o articulados como novedades.[1].[2] Sin embargo, los bares no se convirtieron en plataformas políticas. Testimonios muestran que había cierta cautela y se utilizaban códigos cifrados para disimular el contenido de las conversaciones, sobre todo en presencia de desconocidos, ya que el riesgo de una dura represión seguía siendo muy real. Las ideas se cultivaban pero necesitaban encontrar otros cauces de expresión efectiva. No obstante, la esquina llegó a ser identificada por las autoridades como centro de agitación política y social y lugar de reunión de elementos potencialmente subversivos, lo que le valió el apodo de "Maldita". No en vano eran frecuentes las redadas y registros policiales y militares.[1][2] Por otra parte, aunque los testimonios mencionan invariablemente el aspecto político, existe cierto desacuerdo sobre la intensidad de la presencia de este tema. Para algunos, la discusión sobre arte, cultura, filosofía, costumbres y otros temas desempeñaba un papel tanto o más importante en la vida de la Esquina, atribuyendo la razón del adjetivo Maldita a la frecuentación de jóvenes que se rebelaban contra el estilo de vida de la época, que buscaban la transgresión cultural y nuevas formas de vivir y entender el mundo, explorando sus límites -la "muchedumbre flaca", según una expresión utilizada en la época- y que no encajaban en la etiqueta de "comprometidos políticamente". [1][2][3] Para Juremir Machado da Silva,
De hecho, cada uno de los bares recibió un público ligeramente diferente, haciendo de la pluralidad una fuerte característica de la Esquina. Lo que sí es unánime es la opinión de que allí se había instalado un espacio alternativo, al margen de la cultura dominante.[1] La Esquina Maldita desencadenó una reorganización del barrio de Bom Fim, permitiendo la apertura de una serie de otros bares y espacios culturales en los alrededores, contribuyendo decisivamente a darle su aura de barrio cultural, inquieto y bohemio.[1] En palabras de Lucio Pedroso,
En la década de 1980, con el traslado de varias facultades al Campus do Vale, principalmente en el área de Ciencias Humanas, la creciente presión de los organismos oficiales para disciplinar la vida nocturna en la región, el fin del régimen militar y la apertura de nuevos espacios alternativos, los bares originales cerraron y la Esquina se vació, y el movimiento underground se trasladó unas manzanas más al este, concentrándose en torno al Bar Ocidente, y a otras zonas de la ciudad, como Cidade Baixa. La Esquina Maldita generó un gran folclore urbano y marcó una época en la historia de Porto Alegre y en el imaginario de toda una generación. Fue objeto de un libro homónimo de Paulo César Teixeira y ha sido tratada en artículos de prensa y en diversos trabajos académicos.[1][2] Referencias
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