Georgina Orellano
Georgina Orellano (Morón, Buenos Aires, 28 de julio de 1986)[1][2][3] es una trabajadora sexual, prostituta callejera, feminista y activista argentina.[4] Es la Secretaria General Nacional de AMMAR desde marzo de 2014.[5] Trayectoria laboral y sindicalInicios en la prostitución y en AMMAROrellano procede de una familia peronista de clase trabajadora.[1][5] Si bien nació en Morón, pasó su infancia en Presidente Derqui.[6] Empezó en la prostitución con 19 años, cuando, trabajando como niñera de los hijos de una prostituta, su empleadora le propuso acompañarla para atender a un cliente.[7][8] Dejó de ejercer al convertirse en madre, pero volvería a trabajar esporádicamente desde los 23, incorporándose de nuevo al trabajo sexual a tiempo completo desde los 25.[8][9][10] En el momento de volver a ejercer, empezó a relacionarse más con sus compañeras, dándose cuenta de que muchas compartían problemas similares, concernientes a su condición de madres solteras, al pago de facturas, o a la doble vida que debían llevar como prostitutas, entre otros.[10] Orellano empezó a militar en AMMAR en el año 2010.[5] Ese mismo año, un cliente abusivo, presidente de una comunidad de vecinos, empezó a ejercer presión para echar a las prostitutas del barrio en el que trabajaba Orellano. Dado que en ese momento las prostitutas del lugar se veían obligadas a sobornar a los policías de la zona con parte de sus ingresos para que las dejasen trabajar libremente, no les tenía sentido denunciar al cliente; siendo, además, que muchas trabajadoras temían que su condición de prostitutas se hiciese pública, con todo el estigma social que ello acarrearía.[10][11] En ese momento, Orellano y sus compañeras recurrieron a AMMAR.[10] Hasta entonces, Orellano participaba esporádicamente en algunas charlas que AMMAR brindaba en su zona de trabajo. Fue en una de estas charlas cuando Orellano y sus compañeras expusieron su problema a las voluntarias de la organización. Estas denunciaron tanto la discriminación de los vecinos como la violencia que el presidente de la comunidad ejercía como cliente, y les explicaron que nadie tenía derecho a hacerlas abandonar el espacio público, u obligarlas a dejar de trabajar. El problema fue resuelto, y Orellano empezó a trabajar en las actividades que AMMAR organizaba en la sede local de la CTA, comenzando de forma efectiva su militancia.[5][10] Poco después, el mismo año, hubo elecciones sindicales en la zona en la que ella trabajaba y Orellano fue elegida por sus compañeras como delegada de zona.[5] Sería invitada al Encuentro Nacional de Mujeres de ese año en Paraná, donde tendría su primer encuentro con el feminismo y empezaría a formarse en el tema.[5] Al año siguiente, en 2011, se convertiría, primero en tesorera de la filial de AMMAR en su zona y, posteriormente, en la tesorera nacional a finales de ese año. Se convertiría en Secretaria General de AMMAR, cargo que ostenta hasta la fecha, en marzo de 2014, tras unas elecciones sindicales a nivel nacional.[5] Como Secretaria General de AMMARYa confirmada como Secretaria General, Orellano volvería, junto a sus compañeras, al Encuentro Nacional de Mujeres en Salta en octubre de 2014, donde tendrían un evento propio como trabajadoras sexuales.[12] Desde 2015, Orellano y AMMAR seguirían volviendo anualmente a los Encuentros, reanudando desde esa fecha los talleres de trabajo sexual que la organización daba hasta 2010.[7][13] Estos talleres no están exentos de polémica y han provocado enfrentamientos con las feministas abolicionistas participantes de los Encuentros.[14] En 2015 fue también invitada, en tanto representante de AMMAR, a unas jornadas feministas de trabajo sexual dadas en Barcelona.[15] El 2 de junio de 2017, Orellano organizó con sus compañeras el primer Encuentro Nacional de AMMAR en el Hotel BAUEN de Buenos Aires.[7] A finales de ese año, viajaría a Barcelona, Madrid, Ámsterdam y París con el objetivo de intercambiar experiencias sindicales y feministas con otros colectivos de trabajadoras sexuales y sus aliadas.[16] A principios del 2020, Orellano participaría en una polémica que implicaría a Jimena Barón. La cantante acababa de sacar un sencillo, «Puta», que fue promovido mediante una campaña de mercadotecnia con carteles de la propia Barón, semidesnuda junto a un número de teléfono. Dichos carteles generaron mucha polémica, al ser similares a los usados por las trabajadoras sexuales auténticas (y repudiados socialmente al ser asociados a la trata de personas).[17] Barón se puso en contacto con AMMAR ante las críticas, y posteriormente se reunió con Orellano, publicando por redes sociales fotos de ambas juntas posando.[17][18] Orellano denunciaría posteriormente por redes sociales el hecho de haber recibido amenazas e insultos tras su reunión con Barón.[19] Más adelante el mismo año, Orellano se mostró muy crítica por el hecho de que el Ministerio de Desarrollo Social diese marcha atrás a la creación de un registro de trabajadores de economía popular que incluía una categoría para trabajadores sexuales.[20] Dicha categoría estuvo activa durante un fin de semana, y en ese tiempo, según Orellano, se anotaron en el registro cerca de 800 trabajadoras sexuales.[20] El formulario concerniente a los trabajadores sexuales se daría de baja horas después de que la noticia fuese difundida por la propia Orellano, a raíz de la presión generada por Gustavo Vera, titular del Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata.[20] Orellano consideró que la situación se resolvió de forma muy violenta, con un hombre llamando a otro hombre sin consultar al colectivo.[20] Orellano y AMMAR pidieron, subsecuentemente, explicaciones al ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, mediante carta, y organizaron una recogida de firmas de personalidades y referentes feministas y LGBT para exigir el retorno de la categoría.[20] La categoría para trabajadores sexuales no fue restaurada, pero Arroyo y la ministra de las Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta, se reunieron con Orellano y se comprometieron a trabajar una agenda común que tuviese en cuenta a las trabajadoras sexuales.[21][22] En el contexto de la pandemia, Orellano también criticó la extrema precariedad de las trabajadoras sexuales debidas a las medidas anti-COVID, hizo énfasis en la necesidad de una respuesta colectiva de las trabajadoras y organizó, junto al resto de AMMAR, ollas populares y comedores para ayudar a las prostitutas vulnerables.[23] Desde su elección como Secretaria General de AMMAR, Orellano ha ganado un gran posicionamiento mediático, habiendo hablado con numerosos medios de comunicación y exponiendo en ellos sus puntos de vista favorables a la despenalización del trabajo sexual. Entre otros, ha sido entrevistada por el diario Clarín,[11] por Página/12,[6] por Infobae,[24] por France24,[25] por El Salto[26] y por la revista Marie Claire.[27] Sus declaraciones también han sido referenciadas en medios como La Nación,[23] El País,[28] la revista Vice,[29] o la agencia EFE.[30] Así pues, ha colaborado escribiendo para revistas como Viento Sur[31] o Anfibia,[32] realizando, así mismo, su propia TED Talk.[33] Posiciones políticasOrellano se define como “puta feminista y peronista".[4][7] Junto con AMMAR, busca la despenalización del trabajo sexual (definiendo este como el mayor logro que pueden conseguir),[34] eliminar todas las sanciones penales al ejercicio de la prostitución para personas mayores de 18 años, sacar al TS del Derecho Penal y ponerlo dentro del Derecho Laboral en Argentina, e incluir la categoría de trabajadores sexuales en el monotributo que les permite a los diferentes gremios laborales acceder a un seguro social y jubilación. Su premisa es que las penalizaciones vigentes en el país y en el resto del mundo les criminaliza y expone a la violencia institucional y policial.[4][34] Georgina Orellano se posiciona claramente contra los abusos por parte del poder policial contra las trabajadoras sexuales, y es muy crítica del feminismo radical abolicionista.[26] Ha vinculado a las feministas abolicionistas y transexcluyentes con elementos no feministas, con los cuales estarían aliadas. Entre dichos elementos, Orellano incluye a políticos conservadores, como Bolsonaro, Trump, o Macri, a las iglesias católica y evangélica, y al Departamento de Estado estadounidense, del cual recibirían financiación.[35][36] Orellano cree que el debate, dado en el seno del feminismo, de regulacionismo contra abolicionismo, no puede saldarse en los términos actuales.[7] Por tanto, apela a la creación de una nueva corriente feminista integradora que supere la discusión.[37] Dicha corriente tendría como sujeto político protagonista a las trabajadoras sexuales, a las víctimas de trata, y al colectivo trans y travesti, dejando a las personas no involucradas directamente en la prostitución en un papel de debate secundario. Implicaría, así pues, el reconocimiento del trabajo sexual como una opción legítima y con derechos, al tiempo que exigiría al Estado la generación de políticas públicas de reinserción laboral para aquellas personas que quisieran otra alternativa.[37] Orellano es, también, muy crítica respecto a las normativas, leyes y ordenanzas aprobadas en Argentina durante los últimos años para atacar la trata de personas. Denuncia que dichas medidas confunden deliberadamente prostitución con trata, y han vuelto la vida de las prostitutas argentinas mucho más precaria y clandestina. Arguye que las voces de las trabajadoras sexuales no fueron escuchadas, ni formaron parte de las mesas de discusión para la redacción de ninguna de esas normativas.[11][26] Considera a Argentina, más que un país abolicionista, un país punitivista.[38] Vida personalGeorgina Orellano tiene un hijo, nacido en el año 2007, fruto de una relación a lo largo de varios años con un cliente del cual se enamoró. Es bisexual y para 2021 estaba saliendo con una funcionaria del Ministerio Público de la Defensa.[6] Orellano tuvo que salir del armario ante familia y amigos, tanto por trabajadora sexual, como por bisexual (saliendo además, en este último caso, ante sus compañeras de sindicato). Ha relatado públicamente la dificultad implícita en ambos procesos.[6] ObrasNo ficción
Véase tambiénReferencias
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