HirakEl término Hirak (árabe: حراك) significa "movimiento" y se ha utilizado para describir varios movimientos de protesta en el mundo árabe. Esta palabra es considerada una innovación lingüística que proviene de la raíz árabe h-r-k.[1] Estos movimientos han expresado una creciente insatisfacción con los sistemas gubernamentales y han pedido reformas estructurales para atender la falta de representación, el desempleo y la corrupción. A pesar de las diferencias en contexto y demandas específicas, cada Hirak refleja un descontento profundo hacia los regímenes autoritarios y representa un llamamiento hacia un cambio democrático. [2] HISTORIACada movimiento Hirak tiene un origen y contexto único que responde a problemáticas sociales y políticas específicas de su región; los más destacados son:
HIRAK DEL SUR DE YEMENEl Movimiento del Sur (al-Ḥirāk al-Janūbiyy) es un partido político y movimiento paramilitar que resurgió en 2007 con el objetivo de buscar mayor autonomía o la secesión del sur de Yemen, anteriormente conocido como Yemen del Sur. Su rama política más prominente, el Consejo de Transición del Sur, liderado por Aidarus al-Zoubaidi, ejerce un liderazgo de facto en varias provincias del sur.[6] Aunque inicialmente se unió a las fuerzas de Abd Rabbuh Mansur Al-Hadi en 2015 para combatir a los hutíes, desde 2018 comenzó a enfrentarse a Al-Hadi incluso con confrontaciones armadas.[7] La Guerra Civil de Yemen de 1994 ocurrió tras la unificación de Yemen del Sur y Yemen del Norte el 22 de mayo de 1990. La guerra estalló cuando los líderes del antiguo estado del sur declararon el fin del acuerdo de unidad, alegando una usurpación del poder por parte del norte. Esto llevó a una rápida derrota de las fuerzas del sur y a la expulsión de sus principales líderes, incluido Ali Salim al-Beidh, ex secretario general del Partido Socialista de Yemen y Vicepresidente del Yemen unificado.[8] Después de la guerra civil de 1994, aunque se mantuvo la unidad nacional, las quejas en el sur de Yemen no desaparecieron. Los residentes del sur acusaron al gobierno de corrupción, nepotismo y fraude electoral, además de una mala gestión del acuerdo de unidad de 1990. Muchos sureños se sintieron marginados y percibieron injusticias económicas, como la apropiación ilegal de sus tierras ricas en petróleo por parte de los gobernantes del norte, y la jubilación forzada de miles de empleados. Además, el regreso del tribalismo en la sociedad del sur fue un punto de conflicto cultural, ya que los residentes del sur se consideraban más avanzados y civilizados que los del norte.[9] A partir de mayo de 2007, las protestas comenzaron entre jubilados y otros grupos que exigían mejores condiciones y el fin de la marginación. Estas protestas, inicialmente pacíficas, crecieron en demanda de la secesión del sur y el restablecimiento de Yemen del Sur como estado independiente. La respuesta del gobierno fue violenta, lo que dio lugar al Movimiento del Sur, que se convirtió en una coalición que buscaba la independencia. Entre 2007 y 2009, las protestas resultaron en la muerte de 100 personas.[10][11] En 2015, el Movimiento del Sur se destacó por unirse al presidente exiliado Hadi en una alianza flexible, ayudando a repeler a las fuerzas hutíes en la Batalla de Adén, lo que les valió asistencia financiera y militar de la intervención encabezada por Arabia Saudita. Actualmente, a través de su rama política, el Consejo de Transición del Sur (STC), el movimiento tiene una fuerte presencia en las antiguas regiones del sur de Yemen. Las banderas de la antigua república del sur ondean en ciudades como Adén y Hadramaut, junto a las de la coalición árabe, como muestra de gratitud por su apoyo. El STC ha jugado un papel clave en la resistencia contra la invasión hutí y controla las provincias del sur. En 2017, los separatistas rompieron su alianza con el gobierno de Hadi y fundaron el STC. En 2018, surgieron divisiones entre el STC y el gobierno de Hadi, evidentes en enfrentamientos en Adén tras el despido de Aidarus al-Zoubaidi, líder del STC, por los dirigentes de Hadi.[12] El 1 de agosto de 2019, los hutíes lanzaron un ataque con un misil balístico contra una ceremonia militar en Adén, matando a decenas de personas, incluido Muneer al-Yafee, un comandante importante del Movimiento del Sur.[13] Este ataque provocó indignación en el sur, y el Consejo de Transición del Sur acusó al partido islamista Islah, aliado del gobierno de Hadi, de complicidad. En respuesta, se desató una batalla de cuatro días entre las fuerzas del STC, respaldadas por los Emiratos Árabes Unidos, y las fuerzas leales a Hadi, respaldadas por Arabia Saudita. Fue la primera gran ruptura visible dentro de la coalición saudita, que hasta entonces se había unido en su oposición a los hutíes. La lucha resultó en la toma por parte del STC de todos los edificios gubernamentales y campamentos militares en Adén, incluido el palacio presidencial.[14] En respuesta, Arabia Saudita lanzó ataques aéreos en la ciudad como advertencia. El 26 de abril de 2020, después de un acuerdo de paz en noviembre de 2019, el STC rompió el acuerdo y anunció que gobernaría Adén y otras regiones del sur, lo que enfureció al gobierno de Yemen, respaldado por Arabia Saudita, que advirtió sobre consecuencias peligrosas.[15] En agosto de 2022, las fuerzas del Movimiento del Sur lanzaron una ofensiva en Abyan y Shabwah. Después de intensos enfrentamientos, el 10 de agosto tomaron el control de Ataq, la capital de Shabwa, y la base de la 2ª Brigada de Infantería de Montaña en Azzan.[16][17]Se registraron fuertes bajas, con al menos 35 muertos.[18] Se sospechó que las fuerzas del STC recibieron apoyo de drones de los Emiratos Árabes Unidos.[19] A lo largo del mes, las fuerzas del Sur avanzaron, tomando importantes campos petroleros y ciudades como Shuqrah y Ahwar, y controlando más del 90% de Abyan.[20] A mediados de agosto, las fuerzas del Sur lanzaron la operación "Flechas del Este", tomando áreas claves en Abyan y enfrentándose a Al Qaeda en la región. La ofensiva continuó con enfrentamientos en varios distritos, incluidas operaciones contra células de Al Qaeda.[21] Las fuerzas del Sur capturaron varios valles y zonas estratégicas, enfrentándose a bajas tanto en sus filas como entre los militantes de Al Qaeda. A lo largo de este periodo, la situación en el sur de Yemen se caracterizó por enfrentamientos continuos y el avance del Movimiento del Sur hacia nuevas regiones.[22] El Movimiento del Sur sigue jugando un papel central en el conflicto yemení, controlando importantes recursos y campos petroleros en el sur del país, mientras lucha por su objetivo de establecer un Estado independiente en la región. HIRAK DEL RIFEl Movimiento Popular del Rif "Hirak del Rif" surgió en el norte de Marruecos tras la muerte de Mouhcine Fikri el 28 de octubre de 2016. Las protestas exigían derechos sociales, económicos y culturales para la región del Rif. A pesar de su carácter pacífico, el movimiento fue brutalmente reprimido por las autoridades marroquíes, lo que llevó a enfrentamientos violentos entre manifestantes y policía, resultando en numerosas detenciones. El líder del movimiento, Nasser Zefzafi, fue arrestado el 29 de mayo de 2017. En junio de 2018, los manifestantes detenidos recibieron sentencias de hasta 20 años de prisión. El Movimiento Popular del Rif tiene sus raíces en la larga historia de resistencia de la región del Rif al control del Majzén y su desconfianza hacia las autoridades marroquíes. Durante la colonización, el Rif fue un centro importante de oposición, destacándose la figura de Abdelkrim el Jatabi y la autoproclamada República del Rif (1921-1926).[23]Tras la independencia de Marruecos, el Rif vivió revueltas debido a la desatención del gobierno central, especialmente bajo el reinado de Hassan II, quien sumió a la región en la pobreza y la represión, como se evidenció en la brutal represión de la Revuelta del Rif (1958-1959).[24][25][26] A pesar de algunos intentos de reconciliación con Mohamed VI, la región sigue sumida en el subdesarrollo, con altas tasas de desempleo y emigración.[24] El descontento social llevó a protestas, y en el contexto del Movimiento 20 de Febrero y la reforma constitucional de 2011, surgió la demanda de autonomía en el Rif. El Hirak del Rif continuó esta lucha, enfocándose en demandas socioeconómicas, manteniendo su independencia de los partidos políticos y utilizando las redes sociales para organizarse de manera unificada y persistente.[24][27] Las protestas del Movimiento Popular del Rif comenzaron tras la trágica muerte de Mouhcine Fikri, un vendedor de pescado de Alhucemas, el 28 de octubre de 2016. Fikri murió triturado por un camión de basura mientras intentaba recuperar mercancía de pez espada confiscada por la policía. La difusión de las dramáticas imágenes de su muerte provocó una serie de movilizaciones masivas en Alhucemas, donde miles de personas exigieron el fin de la humillación causada por el abuso de poder de las autoridades.[28] Este evento desencadenó protestas en toda la región del Rif, uniendo a diversos sectores de la población. La corrupción y la brutalidad policial, junto con una sensación generalizada de desesperación social y privación política, fueron factores clave en la expansión del movimiento a otras partes del país.[24] Las protestas en Alhucemas tras la muerte de Mouhcine Fikri llevaron a la formación del Movimiento Popular del Rif (Hirak al-Shaabi del Rif), liderado por Nasser Zefzafi. Este movimiento, centrado en demandas socioeconómicas como el fin de la corrupción y la necesidad de una mayor industrialización para generar empleo, se convirtió en la mayor protesta en Marruecos desde la Primavera Árabe.[25][24][28] El Hirak adoptó una postura pacífica, enfocándose en cuestiones concretas y evitando aspiraciones independentistas para evitar la represión.[24] A pesar de ello, las protestas fueron severamente reprimidas por el régimen marroquí, y Zefzafi fue arrestado el 29 de mayo de 2017.[29] En 2018, los líderes del movimiento fueron condenados a largas penas de prisión, siendo Zefzafi sentenciado a 20 años por cargos de sedición y conspiración.[30] Las demandas socioeconómicas del Movimiento Popular del Rif incluyeron:[24]
En mayo de 2017, Zefzafi y otros líderes fueron arrestados, lo que provocó protestas en todo Marruecos.[24] En junio de 2018, los detenidos fueron condenados a largas penas de prisión.[30] Nawal Benaissa, quien asumió el liderazgo tras la detención de Zefzafi, se convirtió en una de las principales voces del movimiento, continuando con las demandas del Hirak, pero también fue detenida en varias ocasiones y condenada a 10 meses de prisión en 2018.[32][33] La reacción del gobierno marroquí al Movimiento Popular del Rif pasó por varias fases. Al principio, durante los seis meses previos a la formación del nuevo gobierno, no hubo un interlocutor claro, lo que contribuyó a fortalecer el movimiento.[24] En marzo de 2017, el nuevo gobierno tomó un papel activo, desplegando más fuerzas de seguridad y emprendiendo una oleada de represión con cientos de detenidos, acusados de ataques a la seguridad del Estado y separatismo.[24][25] También se emprendieron campañas mediáticas para deslegitimar a los activistas.[24] Aunque el gobierno respondió a algunas demandas, como reemplazar autoridades en la provincia de Alhucemas e invertir en el desarrollo territorial, estas medidas no lograron detener las protestas. Los líderes del Hirak, al no reconocer la legitimidad de las autoridades, dirigieron sus demandas al rey Mohamed VI. La represión culminó en mayo de 2017 con una serie de arrestos de los principales líderes del movimiento, debilitando las protestas.[24] En una nueva fase, el rey Mohamed VI asumió un papel central en la gestión del conflicto, buscando promover una imagen de reconciliación y reforzar la posición de la monarquía.[24][25] En julio de 2017, el rey concedió el indulto a 146 presos del Hirak, aunque no afectó a los líderes principales.[24] Un año después, el rey destituyó a cuatro ministros debido a los retrasos en el plan de desarrollo de la provincia de Alhucemas.[34] A nivel local, la represión del Movimiento Popular del Rif ha tenido graves consecuencias, provocando la emigración de muchos jóvenes y dividiendo familias debido al encarcelamiento de los participantes. Sin embargo, las demandas de la población han logrado reactivar planes de desarrollo territorial que habían estado paralizados por años.[24] A nivel estatal, las protestas se han extendido a otras regiones de Marruecos, generando movilizaciones para exigir justicia social, mejoras en infraestructuras y acceso a servicios de educación y sanidad. El movimiento también ha puesto en evidencia la escasa gobernabilidad del Estado sobre la región y ha revelado una crisis de representación política en Marruecos.[24] A nivel internacional, la represión del Movimiento Popular del Rif ha tenido consecuencias graves, forzando a muchos jóvenes a emigrar fuera de Marruecos. Esto ha permitido que el movimiento rifeño continúe, especialmente en Europa, donde existe una gran comunidad de origen rifeño. Las demandas del movimiento han evolucionado hacia demandas más políticas, con la ideología republicana ganando terreno entre la diáspora rifeña.[35] En Europa, se han formado comisiones de apoyo al movimiento en varias ciudades, y han surgido organizaciones civiles dedicadas tanto a la solidaridad como a la defensa de derechos civiles y políticos. Entre las nuevas entidades, algunas se centran en el ámbito social, como Stichting Ontwikkeling Rif (SOR) y Anzuf Arif (ANZUF); otras se enfocan en derechos civiles y políticos, como The National Assembly of Rif (NAR) y Riffian Republicans Congress (RRC); y algunas son culturales, como Maison du Rif à Bruxelles y Rifanda.[36] En julio de 2019, se organizó el Primer Congreso Mundial Rifeño en Cataluña, destacando la creciente movilización de la diáspora rifeña.[37] HIRAK DE ARGELIALas protestas en Argelia, conocidas como "Hirak argelino", comenzaron el 16 de febrero de 2019 en Kherrata, en la provincia de Bugía, pidiendo la renuncia del presidente Abdelaziz Buteflika, quien aspiraba a un quinto mandato.[38] A través de las redes sociales, las protestas se extendieron rápidamente, culminando el 22 de febrero con una convocatoria nacional. Este día se considera el aniversario del movimiento.[39] Las manifestaciones fueron reconocidas como una movilización sin precedentes desde el final de la guerra civil argelina en 1999.[40] El 11 de marzo, Buteflika anunció su renuncia, seguido de un cambio de gobierno, con Nuredin Bedui reemplazando a Ahmed Ouyahia como primer ministro. Las protestas continuaron y el 2 de abril, Buteflika renunció oficialmente. Abdelkader Bensalah fue designado presidente interino el 9 de abril y anunció un proceso de transición con nuevas elecciones programadas para el 4 de julio.[41][42] A partir del 1 de abril, se iniciaron detenciones, comenzando con Ali Haddad, un empresario cercano al poder. En mayo, fueron arrestados Said Buteflika, el ex jefe de los servicios secretos Mohamed Mediene, y el general Atmán Tartag. También fue detenida Louisa Hanun, líder del Partido de los Trabajadores de Argelia.[43] El último mensaje a la nación de Abdelaziz Buteflika fue en 2012.[44] A pesar de sufrir un infarto cerebral en 2013 que lo dejó en silla de ruedas y rara vez aparecía en público, Buteflika ganó las elecciones presidenciales de 2014.[45] En febrero de 2019, anunció su candidatura para un quinto mandato. Durante los últimos años, su hermano, Saïd Buteflika, fue quien tuvo acceso permanente al presidente y asumió las riendas del país como consejero especial de presidencia.[44] Las protestas contra Buteflika comenzaron en 2018, inicialmente en los estadios de fútbol. Un cántico de hinchas del equipo USM Alger titulado Casa del Muradia alcanzó más de un millón de visitas en YouTube, criticando la situación política, la salud de Buteflika y la crisis del país. La letra hace alusión a la guerra civil argelina y la falta de un presidente real, mencionando que "no hay un presidente, sino una imagen". En diciembre de 2018, aumentaron las detenciones de periodistas, artistas y futbolistas, destacando la condena del periodista Adlene Mellah a un año de cárcel. Además, el 45% de la población argelina tiene menos de 25 años, y en el sur del país, especialmente en Ouargla, se registran protestas desde 2013 debido a la sensación de abandono.[44][46] El 3 de marzo de 2019 se cerró el plazo para presentar candidaturas a la presidencia de Argelia. Inicialmente, solo cuatro candidatos se presentaron: Abdelaziz Belaïd, exmiembro del FLN y líder del Frente Al-Mustakbel; Abdelkader Bengrina, presidente del Movimiento El Bina (islamista); Ali Zeghdoud, presidente del pequeño partido Rassemblement algérien (RA); y Abdelkrim Hamadi, independiente. Más tarde ese día, el responsable de la campaña presidencial de Buteflika presentó su candidatura en su nombre. Como protesta, el Partido de los Trabajadores decidió no presentar candidatura por primera vez desde 2004, mientras que el Consejo Consultivo del Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP) retiró a su candidato, Abderrazak Makri.[47][48][49] El 11 de marzo de 2019, el presidente Buteflika anunció el aplazamiento indefinido de las elecciones presidenciales, asegurando que entregaría el poder a un sucesor elegido tras una conferencia nacional destinada a reformar Argelia y modificar la Constitución.[50][51] Al día siguiente, el 12 de marzo, se produjo un cambio de gobierno, con Nuredin Bedui reemplazando a Ahmed Ouyahia como Primer Ministro y Ramtane Lamamra asumiendo la nueva vicepresidencia. En un mensaje el 18 de marzo, Buteflika afirmó que la conferencia nacional cambiaría el régimen de gobierno y renovaría los sistemas político, económico y social, aunque sin fijar una fecha concreta. Las manifestaciones de protesta continuaron.[52] El 31 de marzo de 2019 se formó un nuevo gobierno bajo el liderazgo del Primer Ministro Noureddine Bedoui, compuesto por 27 miembros, de los cuales solo 6 formaban parte del gobierno anterior de Ouyahia. Ahmed Gaïd Salah continuó como viceministro de Defensa, a pesar de las protestas que exigían su dimisión. Sabri Boukadoum fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores, Salaheddine Dahmoune Ministro del Interior, y Meriem Merdaci Ministra de Cultura. Se eliminó del nuevo gabinete el nombramiento de Ramtane Lamamra como vicepresidente y Ministro de Exteriores, a pesar de haber sido anunciado previamente.[53] El 26 de marzo de 2019, el jefe del Ejército de Argelia, Ahmed Gaid Salah, pidió la inhabilitación del presidente Buteflika, respaldado por la Agrupación Nacional para la Democracia (RND) y la Unión General de Trabajadores (UGTA).[54] El 28 de marzo, Alí Haddad, jefe de la patronal y cercano a Buteflika, dimitió. El 2 de abril, Buteflika renunció debido a las protestas masivas, lo que provocó celebraciones en las calles.[55] El 1 de abril, Ali Haddad fue detenido cuando intentaba salir del país, seguido por otros empresarios cercanos a Buteflika. El 4 de mayo, Saïd Buteflika y varios generales fueron arrestados bajo acusaciones de conspiración. Louisa Hanun, líder del Partido de los Trabajadores, también fue detenida.[56][57] En febrero de 2021, el presidente Tabboune anunció la liberación de 60 activistas, incluyendo al periodista Khaled Drareni.[58] A mediados de marzo de 2020, debido a la pandemia de COVID-19, varias personalidades civiles y partidos políticos como Jil Jadid, el Frente de las Fuerzas Socialistas, la Agrupación por la Cultura y la Democracia, y el Partido de los Trabajadores, hicieron un llamado a suspender las protestas. Este llamado fue respaldado por diversos sectores.[59] El 17 de marzo, el presidente anunció la prohibición de manifestaciones y agrupaciones masivas de personas, alegando que no se trataba de una limitación a las libertades individuales, sino de una medida para proteger la salud pública.[60]
Véase también
Referencias
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