El empresario Carl G. Fisher construyó el autódromo con el objetivo de impulsar la industria automotriz de Indianápolis. Se inauguró en 1909, albergando carreras de automovilismo y motociclismo, y las 500 Millas de Indianápolis comenzó a disputarse en 1911. Su superficie original era de ladrillos. Poco a poco se fue reemplazado la superficie de ladrillos por asfalto hasta completar el cambio en 1961, dejándose intactas una yarda de ladrillos en la línea de meta, lo que le valió el apodo Brickyard ("yarda de ladrillos").
Las cuatro curvas del óvalo tienen un peralte de 9°12', considerablemente menor que los óvalos de Brooklands, Monza y Daytona, y una longitud de 0,25 millas (402 metros). La recta principal y la opuesta miden cada una 0,625 millas (1.006 metros) y las rectas laterales 0,125 millas (201 metros), totalizando 2,5 millas (4.024 metros). El circuito mixto tiene una variante sin chicana sobre la curva 1 del óvalo y otra con chicana, que miden 4.192 y 4.218 metros respectivamente. La Fórmula 1 y la Grand-Am han usado el circuito mixto sin chicana en sentido horario, y el Mundial de Motociclismo la variante con chicana en sentido antihorario.
En 1929 se inauguró un campo de golf, actualmente llamado Brickyard Crossing Golf Resort, que tiene cuatro hoyos dentro del circuito. Allí se jugaron torneos profesionales del PGA Tour desde 1960 hasta 1968, el LPGA Tour en 1968 y a partir de 2017, y el Champions Tour desde 1994 hasta 2000. Además, el óvalo forma parte del recorrido de la 500 Festival Mini-Marathon, una media maratón que se realiza en mayo desde 1977. Por otra parte, el predio se utilizó para la ceremonia inaugural de los Juegos Panamericanos de 1987, donde la Walt Disney Company hizo un espectáculo de 6.500 artistas ante 80.000 espectadores.