Josefa Dominga Catalá de Valeriola
Josefa Dominga Catalá de Valeriola y Luján, más conocida por su título nobiliario de mayor rango, el de duquesa de Almodóvar (Valencia, 1 de noviembre de 1764 - 6 de febrero de 1814) fue una aristócrata valenciana poseedora de numerosos títulos nobiliarios, y tuvo la dignidad de Grandeza de España.[1][2] BiografíaJosefa Dominga era hija de Vicente Catalá de Valeriola y Centelles-Castellví († 9 de abril de 1766) y de Rafaela Luján y Góngora († 21 de abril de 1766). Debido a la temprana muerte de sus padres, su abuela Ana Antonia Menéndez y Sandoval, condesa de Canalejas, se hizo cargo de ella hasta que murió el 22 de abril de 1776. Después, el tutor de Josefa Dominga pasó a ser un tío suyo, Pedro Francisco Suárez de Góngora, entonces marqués de Almodóvar, y desde el 1780, duque. A la muerte de este último en 1794, Josefa Dominga heredó el título y se convirtió en duquesa de Almodóvar, y tras la muerte de otro tío suyo, Joaquín Antonio de Castellví e Idiáquez, el 8 de marzo del 1800, heredó los condados de la Alcudia y de Gestalgar, las baronías de Estivella, Xaló y Llíber, y el señorío de Gata, entre otras posesiones y títulos. Hay que decir que esta mujer descendía de los más importantes linajes nobiliarios valencianos: los Catalá de Valeriola, Centelles, Montpalau, Castellví, Montsoriu o Escrivá de Íxer, y de linajes italianos como los Mussefi, originario de la ciudad italiana de Lodi. De hecho, tuvo posesiones por Castilla, Andalucía, Italia, Francia e incluso, en el Perú.[2] Se casó en Madrid el 15 de septiembre de 1782 con Benito Osorio y Lasso de la Vega, pero siete años después, el matrimonio se anuló (28 de julio de 1789) y Josefa Dominga ya no se volvió a casar. Su vida transcurrió entre Madrid y Valencia, y el contacto directo con sus dominios valencianos fue más bien escaso. Sin hijos, el 19 de octubre de 1804, otorgaba testamento en favor de su alma como única heredera legítima y universal. Su testamento dejaba patente que, en sufragio de su alma y redención de sus pecados, concedía dotaciones en metálico para los huérfanos que contrajeran matrimonio, y ordenaba que con los fondos existentes o producidos por sus bienes, se constituyeran escuelas de enseñanza primaria en Estivella, Gestalgar, Sot de Chera, Xaló, Llíber y Gata, pueblos que habían pertenecido a su jurisdicción. La duquesa de Almodóvar murió el 6 de febrero del 1814, y tres días más tarde empezó a funcionar la testamentaría, que se convirtió en una institución benéfica de carácter privado, de la cual se encargaron los administradores, con la asistencia de los curas de cada pueblo.[3] Está sepultada en la capilla de San Antonio Abad de la Catedral de Valencia y su fondo documental se encuentra en el Archivo de la Diputación de Valencia.[2] Véase tambiénReferencias
Bibliografía
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