José Antonio Llobet y Vall-Llosera
José Antonio Llobet y Vall-Llosera (Barcelona, 1799-Alicante, 1862) fue un autor español. BiografíaNacido el 31 de mayo de 1799 en Barcelona, formó parte de la Sociedad filosófica y siguió la carrera de procurador. Estudió matemáticas, cosmografía, física, química, mecánica, taquigrafía y economía política.[1] Afín al liberalismo, emigró en 1824 y permaneció algunos meses en París y después fijó su residencia en Marsella.[1] Se dedicó entonces al estudio de la geología y mineralogía y de las lenguas italiana y francesa y fue admitido como individuo de las sociedades de la Propagación de la Instrucción y de las de Anticuarios de Provenza.[1] Restablecido en 1832 el régimen liberal en España, regresó á Barcelona.[1] En la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona abrió en 1835 curso de Minerología y Geología de los que se celebraron exámenes públicos en 1838.[1] Presentó en 1833 un plan para formar una estadística científica de Cataluña, en el que debían tomar parte además Agell, Arrau y Graells.[1] Muchas y sobre distintas materias fueron las memorias que leyó Llobet en aquella corporación y los dictámenes que emitió sobre trabajos relacionados con la agricultura, geología y mineralogía.[1] Fue elegido presidente de dicha institución cinco veces. Contribuyó a enriquecer el museo de la academia con donativos de objetos para la sección de mineralogía, y adquirió por medio de sus relaciones científicas ejemplares fósiles y minerales.[1] En la Real Academia de Buenas Letras dio a conocer los estudios que habían hecho sobre la historia y arqueología del Principado de Cataluña.[1] En sus sesiones dio lectura de varias monografías y comunicó el hallazgo de descubrimientos arqueológicos.[1] Participó en la formación del Museo arqueológico en Barcelona y recogió un gran número de objetos que pasaron a la colección del Museo provincial.[1] Salvó de su destracción lápidas y sepulcros que yacían abandonados en los conventos, después de los motines anticlericales de 1835.[1] Le habría movido en esta iniciativa «el amor a las glorias de Cataluña y su acendrado patriotismo».[1] Colaboró en publicaciones periódicas como El Canceller de Barcelona y El Museo Universal de Madrid.[1] Formó parte de la comisión nombrada para recoger y clasificar los libros que existían, procedentes de los conventos incendiados de Barcelona.[1] Logró reunir primero en el local de Capuchinos y después en el exconvento de San Juan 134 000 volúmenes; dio en 1839 un curso de Bibliografía y poco después abrió al público aquella biblioteca que constaba de unos 25 000 volúmenes catalogados. [1] Por sus conocimientos en minería fue consultado por muchas sociedades establecidas en Granada, Almería, Jaén, Murcia, Valencia y en Cataluña.[1] El sindicato de aguas de Alicante le confirió la misión de investigar en los terrenos de Torre Manzana, para abastecer de aguas a aquella población.[1] Falleció en Alicante[2][3][4] hacia finales de 1861.[nota 1] Antonio de Bofarull, amigo y compañero de Llobet, leyó en la Real Academia de Buenas Letras el 19 de abril de 1863 una biografía encomiástica de aquel.[1] Notas
Referencias
Bibliografía
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