Latif MasihLatif Masih (Godhpur, 1988 – Godhpur, 22 de noviembre[1] de 2010) fue un cristiano pakistaní asesinado por islamistas en el distrito de Narowal (Panyab), 111 km al noreste de Lahore, por una falsa acusación de blasfemia. La Iglesia presbiteriana, a la que pertenecía el mártir, lo considera un símbolo de la resistencia de su comunidad a la persecución desatada durante 2010 contra los cristianos pakistaníes.[2] Según los familiares de la víctima, tras la falsa acusación a Latif se ocultaba un caso de codicia: la víctima había abierto en su pueblo una tienda de telefonía móvil y un vecino, Ijaz Ahmed, hijo del ayatolá de la aldea, quiso hacerse con el negocio.[1] Latif fue acusado en mayo ante el juez del distrito de haber quemado hojas del Corán, y fue detenido por la policía local.[3] El 3 de noviembre de 2010,[1] después de cinco meses de prisión provisional y ante una duda de su denunciante en una declaración judicial, fue puesto en libertad bajo fianza.[2] Al regreso a su aldea, Godhpur, el 18 de noviembre de 2010 dos pistoleros lo sacaron de su casa y a los pocos metros de la misma, en presencia de su madre (Masih Rubina Bibi), lo asesinaron con cinco disparos.[1] Los sicarios huyeron en una moto ante la pasividad policial. El jefe de la comisaría local, Rafique Ahmed, declaró: «Ningún buen musulmán soporta a un blasfemo».[4] Masih, de 22 años, falleció el 22 de noviembre de 2010.[1] Su muerte, como la de Arshed Masih (el apellido Masih ―‘mesías’ en idioma árabe, es delatorio) o la condena a muerte de Asia Bibi son consecuencias indeseadas de la intolerancia religiosa de los musulmanes en Panyab. Notas
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