María Josefa Amalia de Sajonia
María Josefa Amalia de Sajonia (Dresde, 6 de diciembre de 1803 - Aranjuez, 18 de mayo de 1829) (de nombre en alemán: Marie Josepha Amalia von Sachsen) fue reina consorte de España y tercera esposa de Fernando VII. BiografíaEra hija del príncipe Maximiliano de Sajonia y la princesa Carolina de Borbón-Parma (prima de su futuro esposo). A los tres meses de edad falleció su madre y su padre envió a María Josefa Amalia a un convento a orillas del río Elba, lugar que abandonaría solo para contraer matrimonio. Como sus hermanos, recibió una instrucción cuidadosa. Fue muy leída, amaba la poesía e incluso escribió poemas en su juventud, incluso para ángeles de la guarda y con motivo de varias celebraciones familiares. Se casó con su tío segundo, el rey Fernando VII, viudo y sin hijos, el 20 de octubre de 1819. Él tenía treinta y cinco años en el momento de la unión, y ella dieciséis. La pacata educación que había recibido la reina María Josefa Amalia en el convento y su inexperiencia dieron lugar a que ella, horrorizada, no pudiera consumar el matrimonio en la noche de bodas presa de un profundo pánico. Ella desconocía completamente lo que eran las relaciones sexuales, por lo que cuando Fernando VII entró en sus aposentos completamente desnudo y comenzó a tocarla, huyó de la habitación corriendo y gritando de horror, enfureciendo a su marido. Su cuñada, María Francisca de Braganza, la convenció de volver a la alcoba y María Josefa Amalia ya parecía algo más receptiva, sin embargo estaba tan aterrada que se defecó y orinó encima justo antes de la penetración, enfureciendo aún más a Fernando y evitando que el matrimonio se consumase. Después de la fallida noche de bodas, María Josefa Amalia se negó a mantener contacto íntimo alguno con el monarca durante mucho tiempo. Fue necesaria una carta personal enviada por el papa Pío VII para poder convencer a la joven reina de que las relaciones íntimas entre esposos no eran contrarias a la moral del catolicismo, así como necesarias para la procreación de descendencia. Finalmente, la reina accedió a compartir el lecho con su esposo y consumar la unión matrimonial, bajo la condición de que ambos orasen antes de llevar a cabo el coito, cosa que su marido aceptó sin objeciones. No obstante, la pareja permaneció sin descendencia y María Josefa Amalia se retiró de la vida pública, pasando largas estancias en el Palacio de Aranjuez, en la Granja de San Ildefonso y en el Palacio Real de Riofrío. María Josefa Amalia falleció prematuramente de fiebres graves en el Palacio Real de Aranjuez. Su cuerpo reposa en el Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial, pues tradicionalmente el Panteón de los Reyes está reservado a las reinas que han tenido descendencia. La reina María Josefa Amalia fue una joven devota y aficionada a la poesía. Su figura y los curiosos hechos que hicieron precisa la intervención del Papa, a fin de que consintiera en consumar el matrimonio con el rey Fernando VII, son el sustrato de la novela Los espejos de Fernando VII (2001) de María Pilar Queralt del Hierro. Títulos y tratamientosEsta tabla aún no está actualizada. Puedes contribuir aportando información sobre títulos y tratamientos de esta persona. Distinciones honoríficas
Ancestros
Véase tambiénEnlaces externos
Referencias
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