Masacre de Rossler
La masacre de Rossler fue una matanza cometida el 3 de abril de 1995 en Corpus Christi, Texas (Estados Unidos). James Simpson, extrabajador de Walter Rossler Company, mató a cinco empleados antes de suicidarse. MasacreEl 3 de abril de 1995, hacia las 16:30 horas (CST),[1] James Daniel Simpson, de 28 años, atravesó la puerta principal de la refinería Walter Rossler Company con dos armas de fuego (una pistola semiautomática Ruger de 9 milímetros y un revólver calibre .32)[2] y, sistemáticamente y sin mediar palabra, empezó a recorrer cada una de las oficinas de la empresa y a disparar de forma indiscriminada a los empleados que encontraba a su paso. De las diez personas presentes en el inmueble,[2] cinco murieron, logrando las demás huir ilesas (dos escaparon arrastrándose por la puerta trasera del edificio).[3] Tres víctimas mortales fueron halladas en una misma oficina, incluyendo una debajo de un escritorio (se cree que trató sin éxito de esconderse de su agresor); otra fue descubierta sentada en una silla frente a una mesa y la quinta en otra oficina.[1] Los fallecidos fueron el dueño de la refinería Walter Rossler (62 años), su esposa Joann (61 años), y los empleados Patty J. «Wendy» Brunson Gilmore (41 años), Derek Harrison (35 años) y Richard Lee Tomlinson (34 años).[4] Lisa Rossler-Duff, hija de Walter y Joann, se hallaba mecanografiando en una de las oficinas el día de la masacre y declaró ver a Simpson dirigirse en primer lugar al despacho de Wendy; una vez allí oyó a James decir «esto es para ti, zorra» y disparar acto seguido dos o tres veces. Tras esto, Joann y una de las secretarias empezaron a correr, acudiendo Simpson a donde se encontraban Walter, Derek y Richard. Después de ver cómo Walter caía al suelo, Lisa se refugió con su hijo de ocho meses debajo de una mesa y llamó al 911. Mientras estaba hablando por teléfono Simpson entró en la oficina en la que se encontraba; Lisa, quien creía haber cerrado la puerta, gritó «¡no!» al tiempo que su hijo lloraba, abandonando Simpson el despacho sin hacerles daño.[4] Tras cometer la masacre, James salió del edificio por la puerta trasera y se disparó en la cabeza,[2] siendo declarado muerto cerca de una hora después en el hospital al igual que una de las víctimas.[1] Los cadáveres de las otras cuatro permanecieron en la escena del crimen varias horas; al poco tiempo empezaron a congregarse docenas de personas,[3] entre ellas varios familiares de las víctimas, algunos de los cuales necesitaron acostarse en camillas a causa de la conmoción.[2] MóvilDado que Simpson no habló con nadie antes de cometer la masacre, nunca se supo a ciencia cierta el motivo de los asesinatos. James había renunciado a su trabajo como metalúrgico en la compañía en septiembre de 1994 y, al parecer, sufría de paranoia y depresión al momento de los hechos.[5] Simpson sentía ira hacia la empresa por haberle sido asignada una tarea que no deseaba, motivo por el que acabó renunciando a su puesto tras un año de trabajo; en consecuencia la compañía trató de que James devolviese el dinero que se le había prestado con fines educativos. De acuerdo con Rhonda Rossler-Fowler, hija de Walter y Joann, Simpson quería dedicarse exclusivamente a la metalurgia y no aceptó de buen grado el encargo de nuevas tareas, entre ellas labores de inspección. Pese a que Walter trató de hacer que James volviese a la refinería, este se negó.[4] RepercusiónLa noticia de la matanza recibió muy poca cobertura en los medios y se vio prácticamente eclipsada por el asesinato, tres días antes, de la cantante Selena Quintanilla-Pérez,[6] cuyo funeral fue oficiado el día de la masacre. Referencias
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