Ministerio de Fomento y Obras Públicas del Perú
Por ley del 22 de enero de 1896 del gobierno constitucional de Nicolás de Piérola fue creado el Ministerio de Fomento y Obras Públicas del Perú. El 25 de enero fue designado como su primer titular el ingeniero Eduardo López de Romaña, que luego sería Presidente del Perú.[1] EstructuraEl ministerio reunió inicialmente los siguientes despachos:[2]
Por el decreto de 25 de febrero de 1896 se crearon dos Direcciones en el Ministerio: Fomento (a cargo de los asuntos de minas, industrias, beneficencia e higiene) y Obras Públicas e Irrigación.[2] Por ley de 3 de octubre de 1896, la Escuela de Ingenieros pasó a depender de este Ministerio (antes lo estaba del Ministerio de Justicia e Instrucción).[3] SedeEl Ministro despachaba en una oficina de Palacio de Gobierno del Perú. Posteriormente fue trasladado al local donde hoy se levanta el Palacio Municipal. En 1910 se dispuso su traslado permanente al Palacio de la Exposición, donde compartía las instalaciones con el Concejo Municipal de Lima; con el tiempo este local resultó insuficiente y el ministerio se albergó en un edificio ubicado en la avenida 28 de Julio. ImportanciaLa fundación de este Ministerio constituyó un hito en la reestructuración del estado peruano, post guerra del Pacífico. Desde la fundación de la República hasta entonces, habían existido solo cinco ministerios: Gobierno y Policía; Relaciones Exteriores; Justicia e Instrucción; Hacienda y Comercio; y Guerra y Marina. La creación de un Ministerio de Fomento implicaba que el Estado estaba convencido de que debía promover el desarrollo económico y material del país. El nuevo ministerio atrajo a una nueva burocracia, conformada por ingenieros, sociólogos, economistas, médicos, geógrafos. A lo largo del siglo XX, este Ministerio fue disgregándose en otros: Trabajo, Salud, Agricultura, Pesquería, Industria y Turismo, Minería, Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción, etc.[4] Ministros de Fomento y Obras Públicas
Referencias
Véase también |