Municipio de Cuerámaro
El municipio de Cuerámaro es uno de los 46 municipios del estado de Guanajuato, en México. Medio físico y geográficoEl municipio de Cuerámaro se localiza en el ángulo sudoeste del estado de Guanajuato, entre los 20°42’ y 20°32’ de latitud norte y los 101°35’ y 101°47’ de longitud oeste. Tiene por cabecera a la ciudad de Cuerámaro y colinda al norte con los municipios de Manuel Doblado, Romita y Abasolo; al sur, con el de Pénjamo; al oriente, con el de Abasolo y al poniente con el de Manuel Doblado. El territorio cueramarense se asienta sobre las amplias llanuras del Bajío guanajuatense; pero también parcialmente, al poniente, en la subprovincia de los Altos de Jalisco, que empieza en la sierra de Pénjamo. Es en esta parte donde se presentan las principales elevaciones del municipio, sirviendo de límite, por ese lado, a la región del Bajío guanajuatense. Por su configuración topográfica, el mapa del territorio cueramarense se divide virtualmente en dos partes, en forma diagonal de noroeste a sureste, de la siguiente manera: una parte plana al oriente, asentada en el Bajío guanajuatense, y otra, de menor superficie, al poniente, ocupando parte de los Altos de Jalisco. La parte plana, donde se asienta la ciudad cabecera, se encuentra a una altitud promedio de 1,720 metros sobre el nivel del mar. La principal elevación en el municipio corresponde a una parte de la sierra de Pénjamo, conocida como Cerro del Fuerte, con altitud de 2,500 m sobre el nivel del mar. En la falda de este cerro existen manantiales inexplotados de aguas termales, principalmente cerca de Tupátaro y San Gregorio. El municipio de Cuerámaro pertenece a la Región Hidrológica N.º 12, "Lerma Santiago", cuenca Río Lerma–Salamanca, subcuenca Río Turbio–Corralejo. El río Turbio le sirve de límite y colindancia con el municipio de Abasolo. Por su territorio corren los arroyos Hondo, la Sauceda, Barrancas y la Cieneguilla, y para el almacenamiento estacional cuenta con receptores como la Cieneguilla, la Presita, el Coyote, San Félix, la Alberca de Tres Villas y otros bordos. El más importante almacén hidráulico de la región es la Presa del Aguacate —que actualmente pertenece al municipio de Pénjamo, aunque fue construida por don Manuel de la Canal como parte de la hacienda de Cuerámaro durante la primera mitad del siglo XVIII—. HistoriaA principios del siglo XVI, los límites del Reino de Michoacán y los del imperio azteca dejaban al margen de sus dominios el territorio localizado al norte del río Grande de Toluca (Lerma). Ese territorio estaba habitado por diversos grupos de nómadas conocidos genéricamente como chichimecas, epíteto que significa "perros que arrastran la soga". Los principales grupos chichimecas eran cuatro, y se identificaban como guachichiles, pames, zacatecos y guamares. El territorio del actual municipio de Cuerámaro quedaba comprendido en los dominios de los guamares; sin embargo, debido a la amplitud de las regiones ocupadas por las distintas tribus y por la inestabilidad de sus límites y de los mismos grupos, la frontera con el río Grande era una zona marginal disputada, cohabitada o dominada por guamares, guachichiles y michoacanos. Cuando llegaron los españoles, la región cueramarense ya se encontraba prácticamente deshabitada. La conquista y ocupación por parte de los hispanos se dio a principios de 1530, con la incursión de Nuño de Guzmán por el actual estado de Guanajuato. Nuño cruzó el Río Grande en el Paso de Nuestra Señora. En ese mismo lugar, Paso de Nuestra Señora de la Purificación, se marcó el fin del reino de Michoacá: luego de que los españoles le arrebataron los últimos tesoros a Tanganxoan II, y de después de haber sido torturado cruelmente, el Caltzonzin fue quemado vivo, y sus cenizas arrojadas al río. Siguió Nuño por Pénjamo, dejando a Juan de Villaseñor Orozco en Paso de Nuestra Señora —por ser este el límite de su encomienda de Puruándiro— con el fin de mantener el dominio de la frontera sometida. Convertidos los españoles en señores del territorio conquistado, una de sus inminentes preocupaciones fue resolver el problema de la producción agrícola para recobrar su pan de Castilla (el trigo) y otros alimentos de los que hasta entonces se habían privado. Los recursos vegetales y los animales domésticos comestibles, en general, eran pobres en las nuevas tierras. Los españoles no habían encontrado más que maíz, frijol y “gallinas de tierra” o guajolotes, y hasta entonces habían tenido que contentarse con los alimentos que les daba la tierra y los que les proporcionaban los indígenas, principalmente maíz tostado y tortillas. Les faltaban, además, animales de carga, vacas, carneros y cerdos. Así pues, más por fuerza de las circunstancias que por un verdadero deseo o vocación, los soldados españoles, tan poco inclinados en un principio a las labores del campo, se fueron interesando en ellas para hacer producir la vasta superficie de la tierra conquistada, aprovechándose de la abundante mano de obra que les representaba la población indígena sometida. Sin embargo, para que eso funcionara, había que obtener primero el dominio particular y la posesión legal de la tierra. Las primeras mercedes en el actual estado de Guanajuato comenzaron a darse hacia 1538, y más frecuentemente a partir de 1540, a raíz de la guerra contra los chichimecas y como resultado de la Guerra del Mixtón. Entre los principales beneficiados estuvo Juan de Villaseñor Orozco, quien directamente o a través de sus hijos recibió varias mercedes en territorio de los actuales municipios de Cuerámaro, Pénjamo y Manuel Doblado, además de muchos otros lugares del estado de Michoacán. La Hacienda de San Francisco Cuerámaro, que dio origen a la actual ciudad cabecera, fue establecida por el capitán Juan de Villaseñor Orozco conforme a la merced de 8 de enero de 1543, que le fue otorgada por el virrey don Antonio de Mendoza a nombre de su hijo Diego de Orozco. A través de tres siglos, la hacienda fundada por Juan de Villaseñor Orozco fue pasando a manos de diversos propietarios, algunas veces por sucesión testamentaria, otras por venta voluntaria y otras por remate para cubrir las enormes deudas que pesaban sobre ella. En 1762 fue adquirida por la comunidad de la Sagrada Religión de Clérigos Regulares Ministros de los Agonizantes de San Camilo de Lelis, conocida como los padres camilos. Los camilos la mantuvieron en su poder hasta 1858, cuando tuvieron que venderla por efecto de la Ley Lerdo (1856) referente a la desamortización de los bienes de las comunidades religiosas y civiles. La hacienda fue adquirida entonces por Agapito de Anda, quien de acuerdo con el espíritu de la Ley Lerdo y de las Leyes de Reforma, fraccionó el territorio cueramarense y fundó la Congregación de Cuerámaro. El municipio de Cuerámaro se estableció según el Decreto número 6, expedido el 12 de noviembre de 1869 por el gobernador del Estado, Florencio Antillón, abarcando el territorio que tenía la hacienda de Cuerámaro, la de Tupátaro y la de San Gregorio. Al mismo tiempo, la Congregación de Cuerámaro fue elevada al rango de pueblo y cabecera municipal, con el nombre oficial de Cuerámaro de Degollado. Cien años después, siendo presidente municipal don José Vicente Canchola, el pueblo de Cuerámaro fue elevado a la categoría política de Ciudad, según el Decreto Número 132, expedido por Manuel M. Moreno, gobernador constitucional de Guanajuato. Toponimia y el escudo de CuerámaroA mediados del siglo XVI, cuando los españoles se asentaron en la región cueramarense reconocieron y conservaron su topónimo, aunque no existía ya el primitivo pueblo de Cuerámaro. De esa manera, la principal hacienda allí fundada se conoció durante todo el período de dominación española, y hasta la fundación de la congregación, como SAN FRANCISCO CUERÁMARO. Su territorio se denominaba VALLE DE CUERÁMARO, o simplemente CUERÁMARO. Lo mismo sucedió a mediados del siglo XIX, al ser desamortizada y fraccionada la hacienda de los padres camilos: en el Decreto de 13 de julio de 1867, expedido por el gobierno de Guanajuato para reintegrar el territorio cueramarense al partido de Pénjamo, oficialmente se denomina CUERÁMARO a la recién fundada congregación. Más tarde, en el Decreto de 5 de noviembre de 1869, oficialmente se da al pueblo el nombre de CUERÁMARO DE DEGOLLADO, en honor de don Santos Degollado, a quien se suponía oriundo del lugar. En la actualidad, ya como ciudad, a partir de 1969 oficialmente le ha sido ratificado su primitivo nombre de CUERÁMARO. El vocablo Cuerámaro encuentra sus raíces en la lengua de Michoacán, tarasco o p’urhépecha. Se habían considerado fundamentalmente dos acepciones para el significado del topónimo. Una es la que definió Cecilio A. Robelo aceptada por Jiménez Moreno y Fulgencio Vargas, entre otros, según la cual Cuerámaro significa LUGAR DE OCOTES: de cueramu-ocote y ro-lugar. Otra es la que anota Pedro González y adopta José V. Canchola, por la cual Cuerámaro se deriva del verbo cuerani-librar. Recientemente, aunque sin mencionar fuente ni justificación alguna, a través de la colección Enciclopedia de los municipios de México, en el tomo correspondiente a Los municipios de Guanajuato se ha difundido otro significado para el topónimo: “al abrigo de los pantanos”. Según la interpretación que hace Horacio Olmedo Canchola, el vocablo del topónimo kuera-ma-rho (Cuerámaro), se forma con los siguientes elementos: kuer-á, soltar, desatar, escapar o librar; ma, sufijo direccional o prosecutivo “de ida” rho, locativo. De esa manera, el significado del topónimo Cuerámaro será LUGAR DONDE SE LIBERA O SE SALVA DEL PELIGRO, o también, en sentido figurado, LUGAR DE DEFENSA. La discrepancia fundamental entre lo que por separado anotan González y Canchola y la composición del vocablo en la forma aquí determinada, estriba precisamente en el significado de la partícula "ma". Pedro González considera esta partícula como numeral (uno), sin tomar en cuenta que el número no puede funcionar como sufijo ni sirve para formar sustantivos, y así compone el vocablo de la siguiente manera: cuera-librar, ma-uno y ro-lugar, pero no concluye sobre el significado conceptual. José V. Canchola toma esa misma composición, pero concluye que significa "LIBRAR UN LUGAR", dando a entender que lo que se libra es el lugar, en vez de los individuos que lo tomaban como refugio, guarida o fortaleza para liberarse de los peligros. El escudo de armas que adoptó el municipio de Cuerámaro a partir de 1969 fue hecho por Horacio Olmedo Canchola a solicitud del señor José V. Canchola, para ilustrar la primera edición del opusculo Nacimiento y desarrollo de un pueblo: Cuerámaro, haciendo una adaptación de un boceto que existía en el museo de la Alhondiga de Granaditas, en Guanajuato. En el diseño se alude claramente a dos acepciones sobre el topónimo de Cuerámaro, de la siguiente manera:
Gobierno y políticaCuerámaro es uno de los 46 Municipios Libres pertenecientes al Estado de Guanajuato, cuya Constitución Política establece que:
PoblaciónEn el año 2000, el municipio de Cuerámaro contaba con 25.610 habitantes. Lista de localidades
ReferenciasBibliografía
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