NivolaNivola es el neologismo creado por Miguel de Unamuno para referirse a sus propias creaciones de ficción narrativa, para representar su distancia con respecto a la novela realista imperante a finales del siglo XIX. Origen del término nivolaEl término nivola aparece por primera vez como subtítulo de la obra Niebla, del propio Unamuno. Con esta denominación, el escritor quería expresar su rechazo hacia los principios dominantes en la novela realista: la caracterización psicológica de los personajes, la ambientación realista, la narración omnisciente en tercera persona... Así lo hace constar en el prólogo de Niebla:
«Niebla». «—Pues le he oído contar a Manuel Machado, el poeta, el hermano de Antonio, que una vez le llevó a don Eduardo Benoit, para leérselo, un soneto que estaba en alejandrinos o en no sé qué otra forma heterodoxa. Se lo leyó y don Eduardo le dijo: «Pero ¡eso no es soneto! ...» «No, señor —le contestó Machado—, no es soneto, es... sonite. » Pues así con mi novela, no va a ser novela, sino... ¿cómo dije?, navilo... nebulo, no, no, nivola, eso es, ¡nivola! Así nadie tendrá derecho a decir que deroga las leyes de su género... Invento el género, a inventar un género no es más que darle un nombre nuevo, y le doy las leyes que me place. ¡Y mucho diálogo!» Niebla narra la historia de Augusto Pérez, un personaje solitario, filosófico y melancólico, que dedica su tiempo a pasear y reflexionar junto con su perro Orfeo. Augusto se enamorará de Eugenia, personaje idealizado como la Dulcinea de Don Quijote, y dedicará sus esfuerzos a intentar conquistarla. El pasaje más famoso de la novela se sitúa hacia el final de la misma, cuando el personaje principal decide enfrentarse a su autor, Miguel de Unamuno, y consultarle sobre su destino. El encuentro degenerará en un enfrentamiento en el que el autor decide matar a su personaje, el cual, efectivamente, morirá unas páginas más tarde. En el prólogo-epílogo de la segunda edición de Amor y pedagogía define las nivolas como «relatos dramáticos acezantes, de realidades íntimas, entrañadas, sin bambalinas ni realismos en que suelen faltar la verdadera, la eterna realidad, la realidad de la personalidad». Y más adelante, ya en la novela, en el capítulo XVII, da la siguiente etimología en la voz de Augusto Pérez: Características de las nivolasLas nivolas se caracterizan con los siguientes rasgos:
Otras muestras del géneroAdemás de Niebla, pueden clasificarse dentro del género de la nivola las obras Abel Sánchez, Amor y pedagogía y La tía Tula. Es más discutible la adscripción de San Manuel Bueno, mártir a este género unamuniano, ya que esta obra cumple en mayor medida con los principios tradicionales de la novela psicológica, con un mayor desarrollo psicológico y una ambientación más cuidada, por lo que ha sido considerada como la obra cumbre de la narrativa de Miguel de Unamuno. Véase tambiénBibliografía
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