Un reductor de velocidad, resalto, badén o túmulo es una brusca variación que sobresale del pavimento y lo atraviesa de lado a lado, para inducir a los conductores o chóferes a reducir la velocidad de su vehículo.
Descripción
Los reductores de velocidad pueden tener 2 intenciones, una obligar a reducir ante una circunstancia como ante el paso de un colegio, un paso de cebra y similares. Pero lo normal es que sea para obligarte a mantener la velocidad indicada en las señales de tráfico, para ello tiene que estar diseñado de manera que si pase a la velocidad señalada no se note. No tiene sentido que si la calle marca una velocidad de 30 o 20 solo se ve obligado a reducir en donde esté el resalto.
Generalmente, para lograr que el conductor reduzca la velocidad a tiempo, está avisado previamente por las correspondientes señales de tráfico acompañadas de una limitación de velocidad que desaparece después del peligro anunciado.
Se suele instalar debido a la necesidad de disminuir la velocidad del tráfico en algún sentido de circulación por diversos motivos:existencia de zonas peatonales, escuelas o centros de gran afluencia peatonal.
Si un vehículo pasa demasiado rápido sobre un reductor de velocidad pueden pasar 2 cosas, o lo usa de rampa o se le daña el sistema de suspensión, o incluso otras partes, dependiendo del impacto o si el vehículo es de alta gama o no.
Los reductores de velocidad pueden ser cortos (de menos de un metro de longitud)[1] o largos (de dos metros o más).[2]
También hay sonorizadores, en los que los vehículos pueden moverse a mayor velocidad (40 a 60 km/h). Solo sirven para llamar la atención del conductor acerca de algo que se encuentra un poco más adelante (un peaje, una curva pronunciada, una escuela rural o una zona con gran afluencia peatonal).
Reductor de velocidad inteligente
Los reductores de velocidad inteligentes son resaltos asociados a detectores de velocidad que se pueden elevar cuando detectan vehículos a altas velocidades y hundirse cuando los vehículos circulan a la velocidad adecuada.[3]
Las autoridades del municipio estadounidense de Modesto (en California) encontraron ciertos efectos negativos por el uso de reductores de velocidad:[20]
Alarga una frenada de emergencia.
Puede provocar que el tráfico se desvíe a calles paralelas de tipo residencial.
Pueden incrementar la contaminación acústica para residentes en calles adyacentes.
Las autoridades de la ciudad de Eastleigh (en Gran Bretaña) señalaron estos otros efectos negativos:[21]
Acelera el envejecimiento de las suspensiones de los vehículos que las pisen.
Ocasionalmente tiene dimensiones desproporcionadas, que pueden ocasionar daños en los bajos del vehículo.
Su instalación es arbitraria: el badén puede abarcar los dos sentidos de la circulación (la anchura de la vía), siendo innecesario en uno de ellos (ya que el objeto del aviso se encuentra en el otro sentido).
Indiscriminatorio: afecta a todos los usuarios de la vía (cuando algunos de ellos ―como peatones o ciclistas― no superan la velocidad máxima estipulada).
Otros efectos negativos de los reductores de velocidad en general:
atrasan a los bomberos y a las ambulancias en situaciones de emergencia;
generan mayor congestión en carreteras muy concurridas en las horas pico;
aumentan el consumo de combustible;
aumentan el desgaste de varias partes de los vehículos;
aunque evitan los accidentes que provoca la velocidad, pueden causar nuevos accidentes.
Referencias
↑En idioma inglés, los reductores de velocidad cortos se llaman «speed bumps» (‘bultos para velocidad’).
↑En idioma inglés, los reductores de velocidad largos se llaman «speed humps» (‘jorobas para velocidad’).
↑Haciendo clic en las flechas que se encuentran al lado del encabezado País, la columna se puede ordenar de manera ascendente o descendente en orden de nombres; de esa manera se puede analizar en cuántos países se utiliza el mismo nombre.
↑En Argentina se utilizan de manera más o menos indistinta los términos «lomo de burro» y «loma de burro», excepto en las ciudades de La Plata (provincia de Buenos Aires), la ciudad de Córdoba y Santiago del Estero, donde se utiliza «lomada».
Algunos ejemplos de «loma de burro»:
↑En Chile la sobresaliente se llama «lomo de toro», aunque estos se refieren a los que en inglés se denominan speed humps, que son lomos más extensos que los cortos speed bumps.
↑En Chile es más común «lomo de toro», aunque en raras ocasiones también puede mencionarse como «loma de toro»: