El 24 de octubre de 1360, los reyes Juan II y Eduardo III, acompañados de sus primogénitos,[2] ratificaron este acuerdo en Calais[3] permitiendo una tregua de nueve años en la Guerra de los Cien Años.
Por el tratado de Brétigny, el rey Juan II el Bueno recuperó su libertad pero cedió a Inglaterra numerosos territorios, entre ellos Aquitania.[4]
La paz de Brétigny puso fin al primer periodo (1337-1360) de la Guerra de los Cien Años. Los términos del tratado fueron en general favorables a Inglaterra: Eduardo III renunció al trono de Francia a cambio de una "Gran Aquitania" entre el Loira, los Pirineos y el Macizo Central, así como Calais y sus alrededores; también impuso un rescate de tres millones de escudos por la libertad de Juan II de Francia, capturado, con uno de sus hijos, Felipe II de Borgoña, en la batalla de Poitiers en 1356,[5] y quien, posteriormente, volvió a su prisión inglesa poco antes de morir para no hacer frente al pago de su enorme rescate.
El tratado de Brétigny permitió al sucesor francés en el trono, Carlos V de Francia, dedicarse, ya con el reino en paz, a una amplia tarea de reconstrucción. La segunda fase de la guerra de los Cien Años comenzaría cuatro años más tarde con la batalla de Cocherel, librada el 16 de mayo de 1364 por una fuerza aliada del reino de Navarra y el reino de Inglaterra contra el Reino de Francia.
Lacarra, José María (1972). «El tratado de Mantes (1354)». Historia política del reino de Navarra, desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla. Tomo III. Pamplona: Caja de Ahorros de Navarra, Editorial Aranzadi. pp. 54-57. OCLC1418048.
Ramirez de Palacios, Bruno (enero de 2015). Charles dit le Mauvais: Roi de Navarre, comte d'Evreux, prétendant au trône de France(en francés). pp. 86-89. ISBN978-2-9540585-2-8.