Fernando se habría casado con Nuña Íñiguez, quien sería hija, aunque tampoco está registrada esta filiación en la documentación medieval,[a] del primer señor de Vizcaya, Íñigo López, para concebir a Lope Ferrench quien se enlazaría con Jimena Martínez, hija de Martín Gómez el Grande[1] quien defendió en duelo al rey de Aragón en la disputa por Calahorra, sucumbiendo ante el mismísimo Cid Campeador, por Castilla.[cita requerida]
Lope Ferrench y Jimena, según algunos autores,[4] tuvieron por hijo a Bacahalla o Bacalla de Luna.[b]Bacalla, cuyo nombre realmente fue Banzo Azcón, fue el primer freire que tuvo a su mando la encomienda de Luna de la Orden del Temple.[6] Fue un ricohombre de Aragón que se distinguió en la toma de la villa de Luna —actual provincia de Zaragoza— en 1092, en tiempos del reySancho I de Aragón y V de Pamplona y le fue encomendada la tenencia de la plaza poco después de la repoblación,[7] cuando el rey aragonés le donó en 1093 el terreno donde se construyó la fortaleza en Luna,[6] que se transformaría en señorío hereditario,[1] aunque esto no ocurrió hasta 1343 ya que hasta ese año la villa fue realengo.[8][c]
Los tres hijos de Bacalla con su mujer Sancha Sánchez, supuestamente una hija ilegítima del rey Sancho Ramírez de Aragón, fueron Lope Ferrench de Luna (f. Huesca, 1136), II señor de Luna, cabeza del linaje de los Ferrench de Luna y posteriores condes de Luna, Gome de Luna (f. ib., 1134) quien con su hermano mayor y su padre se hallaron en la batalla de Alcoraz en 1096, e Íñigo de Luna.[1]
Lope Ferrench originó varias ramas y cada una de ellas adoptaría armas heráldicas peculiares.[1]
Álvaro de Luna, entró al servicio del rey de Castilla, Juan II. Fue nombrado Condestable de Castilla, Gran Maestre de la Orden de Santiago, y fue según muchos historiadores, el hombre más poderoso de su tiempo, un verdadero rey sin corona. Como valido o favorito real, fue conde de Santiesteban de Gormaz y señor de más de cincuenta villas, entre ellas la villa de Cornago, castillos y señoríos, ejerciendo el poder en el Reino de Castilla y protagonista de la política de la España reconquistada de su época. Al final de su vida, el rey, quien se arrepentiría por el resto de sus días (un año) influido por los enemigos de Álvaro, le traicionó y tras un proceso viciado fue condenado y murió decapitado en Valladolid en 1453. En 1658 el Consejo de Castilla le declarará inocente y libre de toda culpa.
El final de la Casa de Aragón y el siglo xv marcarán el declive de los Luna. Queda constancia de los numerosos castillos y señoríos de este linaje por todo Aragón, algunos ejemplos son el palacio de Illueca o el castillo de Mesones. De la rama de Ricla queda la piedra armera con la luna jaquelada de su castillo. La casa de los Luna de Daroca contiene varios escudos de los Luna y de otros linajes aragoneses emparentados; probablemente fue mandada construir por Benedicto XIII. Un ejemplo renacentista de 1551, es el palacio de los Luna de Daroca, del primer conde de Morata de Jalón y virrey de Aragón Pedro Martínez de Luna.
En Tornos (Teruel) se encuentra documentada la familia Luna, de la rama de los Ferrench. La fecha de su llegada al pueblo es desconocida, aunque en un censo de 1373 figura Martín de Luna. El escudo de los Luna de Tornos, situado en un edificio de la Calle Baja, puede datarse por su tallado probablemente hacia el siglo xvi. Es un escudo cuartelado en cruz con corona real cerrada y el lema «armas de la familia de Luna». El primer cuartel tiene un creciente ranversado y jaquelado de los Luna. El segundo cuartel, un león rampante. El tercer cuartel, jaquelado (esta rama de los Luna emparentó con los condes de Urgel). Cuarto cuartel, diez panelas puestas en tres palos y una en punta, y en la esquina inferior diestra, un cuadro. Durante la Edad Media, tenían caballo y armas al servicio de la Comunidad de Aldeas de Daroca, y fueron alcaides de los castillos de Tornos y Peracense.
Johan IV Martínez de Luna o Johan Martínez de Luna y de Urrea (hijo de Johan III Martínez de Luna y Teresa de Urrea)
Ximeno Martínez de Luna o Ximeno Martínez de Luna y de Urrea (hijo de Johan III Martínez de Luna y Teresa de Urrea)
Álvaro Martínez de Luna o Álvaro Martínez de Luna y de Albornoz; (hijo de Johan III Martínez de Luna y Teresa de Albornoz); de una amante, María Fernández de Jaraba, tuvo a:
↑Los únicos hijos registrados del matrimonio de Íñigo López con su mujer Toda Ortiz fueron Lope, Sancho, García, Fortún, y Galindo Íñiguez.[2] Balparda de las Herrerías desmiente la genealogía de los primeros señores de Vizcaya propuesta por el conde Barcelos que fue seguida por otros tratadistas y genealogistas, incluyendo el Padre Flores.[3]
↑No debe confundirse con su homónimo que en 1150 donó a la Orden del Temple varias heredades a cambio de unas capellanías perpetuas.[5]
↑«Por sorprendente que pueda resultar, la villa de Luna parece haber pertenecido siempre a la realeza hasta su venta al futuro conde don Lope con El Castellar y Fuentes en 1343. Otra cosa es la "tenencia" u "honor" de la misma, conferida poco después de su repoblación en 1092 a don Bacahalla y sucesivamente (aunque no siempre exclusivamente) a sus descendientes los Luna (...) Hasta esa fecha, y en cuanto a una relación de derecho privado, los Luna de las diversas ramas no tuvieron sino heredades o rentas en ella...»[7]
↑El pasaje relatado en la Crónica de San Juan de la Peña, versión en aragonés, reza:
Et aquesti don Remiro fue muyt buen rey et muyt francho a los fidalgos, de manera que muytos de los lugares del regno dio a nobles et cavalleros; et por esto no lo precioron res, et fazían guerras entre si mismos en el regno et matavan et robavan las gentes del regno, et por el rey que non querían cessar aquesto; et fue puesto en gran perplexidat cómo daría remedio a tanta perdición del su regno, et non osava aquesto revelar a ninguno. Et por dar remedio al su regno embió un mensagero al su monasterio de Sant Ponz de Tomeras con letras al su maestro, clamado Forçado, que era seydo porque yes costumbre et regla de monges negros que a todo novicio que era en la orden dan un monge de los ancianos por maestro, et según la persona de aquesti don Remiro que merecía dieronli el maestro muyt bueno et grant et savio, en las quales letras recontava el estamiento del su regno et mala vida que passava con los mayores del su regno, rogándole que le consellasse lo que faría; el maestro con grant plazer que havía, recebidas las letras, pensó que sería irregular si le consellava que fizies justicia, clamó el mensagero al huerto en el qual havía muytas coles et sacó un gavinet [sic] que tenía et, teniendo la letra en la mano et leyendo, talló todas las colles mayores que yeran en el huerto et fincoron las solas chicas, et dixole al mesagero: "Vete al mi sennor el rey et dile lo que has visto, que no te do otra respuesta". El qual mesagero con desplazer que respuesta non le havía dada, vinose al rey et recontole que respuesta ninguna non le havía querido fazer, de la qual cosa el rey fue muit despagado, pero quando contó la manera que havía visto, pensó en si mesmo quel huerto podía seer el su regno, las colles yeran las gentes del su regno, et dixo: "Por fer buenas colles, carne y a menester". Et luego de continent envió letras por el regno a nobles, cavalleros et lugares que fuessen a cortes a Huesca, metiendo fama que una campana quería fazer en Huesca que de todo su regno se oyesse, que maestros havía en Francia que la farían; et aquesto oyeron los nobles et cavalleros dixeron: "Vayamos a veer aquella locura que nuestro rey quiere fazer", como aquellos que lo preciavan poco. Et quando fueron en Huesca, fizo el rey parellar ciertos et secretos hombres en su cambra armados que fiziessen lo quél les mandaría. Et quando venían los richos hombres, mandavalos clamar uno a uno a consello et como entravan, assí los mandava descabeçar en su cambra; pero clamava aquellos que le yeran culpables, de guisa que XIII richos hombres et otros cavalleros escabeçó ante que comies, et avría todos los otros cavalleros assí mesmo descabezados sinon por qual manera que fue que lo sintieron que yeran de fuera et fuyeron; de los quales muertos ende havía los V que yeran del linage de Luna, Lop Ferrench, Rui Ximenez, Pero Martinez, Ferrando et Gomez de Luna, Ferriz de Liçana, Pero Vergua, Gil d'Atrosillo, Pero Cornel, García de Bidaure, García de Penya et Remón de Fozes, Pero de Luesia, Miguel Azlor et Sancho Fontova cavalleros. Et aquellos muertos, no podieron los otros haver que yeran foydos, sosegó su regno en paz.
Moxo y de Montoliu, Francisco (1990). La Casa de Luna (1276-1348): factor político y lazos de sangre en la ascensión de un linaje aragonés. Münster, Westfalen : Aschendorffsche Verlagsbuchhandlung. ISBN3-402-05825-1.