El banquete (cuento)
El banquete es un cuento de género narrativo con tendencia realista[1]escrito por el cuentista y novelista Julio Ramón Ribeyro. Publicado en el libro de cuentos Cuentos de circunstancias por la editorial Nuevos rumbos en 1958. El libro cuenta con 12 cuentos, de los cuales uno de ellos es El banquete.[1] Esta obra narra sobre un agasajo realizado por don Fernando para el presidente de la República, con el fin de conseguir un puesto como funcionario y una obra pública. El cuento se encuentra en el libro La palabra del mudo y desarrolla el estilo de la sátira política.[2] ArgumentoLa historia nos relata como don Fernando inició los preparativos y reforma de su casa en dos meses de anticipación, para así tener todo preparado para el banquete que se le ofrecía al presidente de la República con el objetivo de obtener beneficios personales. Don Fernando tenía la seguridad de la asistencia del presidente por una supuesta conexión familiar. Al acercarse a Palacio de Gobierno e invitar personalmente al presidente, quien, después de unas semanas de completo silencio, confirma su asistencia. El gran día llega y el presidente asiste a casa de Don Fernando, quien ha reformado todo y traído las últimas tendencias para su hogar, así se inicia el banquete, en el que asisten celebridades y autoridades del gobierno. Pasada las horas, Don Fernando se acerca al presidente y le sugiere sus anhelados objetivos: un ferrocarril y una embajada en Europa. El presidente acepta sus peticiones. Terminado el agasajo, alrededor de las tres de la mañana, Don Fernando y su esposa se fueron a dormir y pensaron que jamás ningún limeño había dado tanto y obtenido tales beneficios. Sin embargo, al mediodía, el presidente recibió un golpe de Estado por uno de sus ministros, quien aprovechó la distracción del presidente durante el banquete. Así, los sueños y la fortuna de Don Fernando se terminaron.
PersonajesEn El banquete, los personajes responden a un estereotipo social, es decir, representan la realidad a través de las actitudes, sentimientos, que cada personaje manifiesta.[4]Así, nos encontramos con un provinciano adinerado, quien se perfila como un nuevo criollo y un presidente de la República., quien acepta las peticiones de Don Fernando tras el agasajo recibido.[3]
EscenariosLa obra del banquete si bien es desarrollada plenamente en Lima y solo cuenta con dos escenarios físicos, los cuales son la casa de Don Fernando Pasamano y la recepción del presidente[1]. Es posible dividirlo en cuatro escenarios distintos en donde se desarrollará la obra.[5]
Mensaje y análisisLa obras de Julio Ramón Ribeyro se caracterizan por su marcado realismo literario. El cuento El banquete mantiene esa lógica, situándose en un ambiente que nos recuerda a un escenario limeño y capitalino. Además, ser uno de los primeros relatos en los que Ribeyro desarrolla el tema de la política.[1]
La obra nos narra cómo Don Fernando Pasamano, inconforme con su fortuna, busca invertirlo en un banquete dirigido al presidente. Si bien es un fuerte egreso, es una inversión razonable pues si el Presidente accede a una de sus peticiones podrá recuperar con creces lo que ha gastado[1]. Tras la aceptación de lo pedido por Don Fernando, también es visible el realismo propio del autor.
De esa manera, el cuento realiza una crítica hacia la corrupción que se manifiesta a través de la ironía, la cual se observa en dos momentos. Primero, la ironía se representa en el apellido de Don Fernando, el cual es "Pasamano", donde se recuerda la idea de sobón o franelero y, luego, la ironía se refleja en el acto de pedido que realiza el protagonista mediante el agasajo preparado al Presidente, no solo por ser un familiar lejano, sino por los beneficios que buscaba.[6] Así, la sátira se expresa a través de las actitudes de los personajes como Don Fernando.[7] Finalmente, otra característica propia de Julio Ramón Ribeyro que se evidencia en El banquete es el azar, dado que el final del cuento Don Fernando se entera, al día siguiente del banquete, que hubo un golpe de Estado.[8] Así, él, al ver el periódico, se desvanece, porque sus deseos no se cumplirán. Referencias
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