Español yucateco
El español yucateco es la modalidad del idioma español hablado y escrito en la península de Yucatán, al sureste de México, en los estados de Quintana Roo, Campeche y sobre todo en el estado de Yucatán.[1] Esta forma de hablar es fácilmente identificable como diferente, tanto a nivel léxico y fonológico como morfológico y sintáctico, de la que se usa en el resto de México. Esto se debe principalmente a la influencia notable de la lengua maya, que es hablada por cerca del 40 % de la población yucateca,[2][3] sobre todo aquella que vive en las áreas rurales y en las poblaciones pequeñas. Dice el filólogo Fernando Espejo Méndez respecto del habla de Yucatán:
Razones para un habla diferenteLa variedad dialectal yucateca difiere de las otras variantes de español geográficamente adyacentes. Fonéticamente, es claramente diferenciable de los otros acentos del español de México. También existen diferencias significativas en vocabulario, respecto de las otras variedades de español emparentadas por la geografía o aun por los ascendientes étnicos.[5] La península de Yucatán, a donde llegó el español a principios del siglo XVI junto con los conquistadores que sometieron a los pobladores mayas de la región y los hicieron súbditos de la Corona española, ha sido una región relativamente aislada —al fin península (casi isla)— y tal aislamiento se mantuvo a lo largo de cuatro siglos hasta hace muy poco, setenta años a lo sumo, en que las vías de comunicación se desarrollan lo suficiente como para considerarse desvanecida la tradicional incomunicación. Los obstáculos naturales, como los aluviones ístmicos en la zona del sur de Veracruz y de Tabasco, los pantanos de Centla —casi intransitables—, los grandes caudales que desembocan en el golfo de México y las selvas sureñas de Chiapas y El Petén, hicieron difícil la comunicación y el intercambio de todo tipo entre el altiplano mexicano y la península de Yucatán. Resultaba antaño, más fácil, para los yucatecos, la comunicación con la isla de Cuba o más recientemente, con la Luisiana o la Florida, que con el centro político de la nación mexicana. El aislamiento geográfico y la impronta del idioma maya como lengua de adstrato son dos factores que tienen parte en la conformación del español yucateco. El habla de Yucatán es en efecto un idioma en ciernes, al que faltó tiempo para consolidarse, como fue el caso con tantas otras lenguas que se dieron en la península ibérica, como el castellano, el gallego, el portugués, el catalán, para citar algunos ejemplos, que por efecto de los sustratos indígenas, transformaron el latín vulgar, en el curso de las centurias —por lo menos diez—, en las lenguas romances que en la actualidad son. Tiempo, aislamiento y sustratos lingüísticos fuertes, son la materia prima para que los idiomas se hibriden y engendren un nuevo código de comunicación capaz de transfundir cultura. Ese es el sello distintivo del español yucateco, para el que cuatrocientos años fueron insuficientes a fin de crear su propia patente. Se quedó en el camino.[4] Particularidades del habla del yucatecoEl "hablar yucateco" sustenta diferencias en morfología, en sintaxis, en el léxico y en la fonética. Está lleno de palabras mayas difícilmente sustituibles y de glotizaciones que hacen su fonética singular. Contiene consonantes implosivas no encontradas en el resto de México: (la k' (sonido de ka), t' (sonido de té) y p' (sonido de pe), y aspira la h (hache) que suena como J (jota). La X aparece por todos lados y suena como (sh). También se dispone de una m (eme) que suplanta toda n (N|ene) final: Yucatam 'Yucatán', tambiem 'también', pam 'pan', uniom 'Unión'. La s (ese) final tiende a suprimirse; el diptongo (-ia) suena como (-lla) como en policilla [polisiʝ̞a] en lugar de 'policía' y tilla, por 'tía'. Pero la LL en cambio, es transformada en el diptongo ia: amarío por 'amarillo'; membrío en lugar de 'membrillo'. Se tiende también a alargar las vocales, por citar algunos ejemplos. Es notoria la predominancia del acento prosódico agudo en el hablar yucateco. Hay pocas palabras con acento grave y las esdrújulas prácticamente no existen. Está plagada la esta lengua regional de sonidos marcados por la X, como ya se apuntó, que se pronuncia "sh" —como la "che" francesa— y por la partícula DZ, que suena "ts". Todo esto da una entonación peculiar que ha permeado al español y transformado su acentuación. El habla habitual de los yucatecos, sin importar su extracción social o su nivel cultural, se caracteriza también por emplear en lo cotidiano muchos vocablos de origen estrictamente maya que desconciertan al visitante. Es el caso de palabras como: anolar que significa 'disolver en la boca'; purux 'gordo'; tuch 'ombligo'; wixar [wiˈʃaɾ] 'orinar'; tauch 'zapote negro'; xik 'axila'; tirishtá 'diarrea'; xnipec 'cierta salsa picante de chile habanero'; sho '¡cállate!'; bobox 'rabadilla'; pec 'perro'; turix 'libélula' (pero así se apoda a los llamados Arturo); xix 'sobrante de algo'; xtup 'el menor de la familia'; chichí 'abuela'; tolok 'iguano'; chop 'persona o animal con un ojo'; xek 'un revoltijo'; malix 'carente de pedigree'; bacalear 'acariciar a la novia' (cachondear se dice en otros lugares) y decenas de otros que integran un verdadero lexicón.[4] Lexicón que, de hecho, empieza por la letra "A": la primera letra del alfabeto se usa en Yucatán como adverbio, para indicar una contingencia, como en A te lo pago, queriendo decir después te lo pago, o como en A lo leo, queriendo decir luego lo leo o, en otro caso, A se lo digo al jefe, queriendo decir, te voy a acusar con el jefe. ¡La A pues, en Yucatán, es promesa y es amenaza!. Y el otro ejemplo típico atribuido, con razón, a los yucatecos, "lo busco, lo busco y no lo busco", cuya lógica se basa en el hecho de que el verbo "buscar", para los yucatecos, quiere decir también encontrar. De manera que sólo se busca lo que se busca. "¿Lo buscaste ha?" preguntaría el yucateco parlante para saber si se ha encontrado algo. Esto y mucho más, sorpresa real y deleite, para el oído foráneo, se escucha y repite cotidianamente en la vida normal de la sociedad yucateca.[5] El español del yucateco se caracteriza pues por un acento suave dotado de una cadencia y un ritmo reconocibles y singulares, cuya entonación entrepujada debido a la glotización, es peculiar y única en el contexto nacional mexicano. Esas características sumadas a una multitud de palabras importadas de la maya y en algunos casos "españolizadas", han permeado las formas españolas y las han dotado de característica definitoria.[4] El hablar en el resto de la península de YucatánCuriosamente, el hablar de las dos entidades federativas mexicanas vecinas, Quintana Roo y Campeche, que otrora formaron parte, con Yucatán, de la misma unidad político-administrativa, es diferente. En efecto, aunque hay algunas similitudes de carácter regional, por diversas razones e influencias el resultado es que dentro de la península de Yucatán, se hablan tres modalidades distintas del español.[5] En el caso de Quintana Roo, se trata de un estado joven que fue separado de Yucatán en 1902, creándose primero el Territorio de Quintana Roo y mucho después, hasta la segunda mitad del siglo XX, el Estado libre y soberano de Quintana Roo. Esta entidad ha experimentado muy recientemente —a partir de 1975— un muy dinámico desarrollo social y económico, producto primordialmente del impulso que se ha dado a la actividad turística en esta zona del Caribe mexicano. Esto ha significado también la transformación de su composición demográfica ya que su población es mayoritariamente de inmigrantes de todas partes de México y del extranjero. La resultante cultural reflejada en la lengua, es una forma de hablar distinta y con mucha menor influencia maya. Campeche por su lado, que dejó de formar parte de Yucatán a mediados del siglo XIX, en 1862, tiene un componente diferente. En primer lugar, los grupos mayas que habitan y habitaron la costa sur de la península son diferentes de los que poblaron la porción norte,[6] donde hoy se ubica el actual Estado de Yucatán, lo cual generó un aporte distinto lingüísticamente hablando. Pero además el estado sureño vivió una mayor influencia de la población de Tabasco y Chiapas que también marcaron su forma de hablar. El uso, por ejemplo de vocablos mayas, en la zona de Campeche, es mucho menor y también de menor arraigo de lo que se da en Yucatán, estado que permaneció más aislado y por tanto menos sujeto a influencias idiomáticas ajenas a la cultura propiamente maya.[5]
Palabras mayas de uso común:
Nota: los yucatecos pronuncian en general la letra "x" con el sonido consonántico fricativo posalveolar sordo /ʃ/.(en forma de "SH") Véase tambiénY la maya Referencias
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