Jean-Paul Belmondo (Neuilly-sur-Seine, 9 de abril de 1933-París, 6 de septiembre de 2021)[1][2] fue un actorfrancés de cine y de teatro. Su participación en la película À bout de souffle (1960) de Jean-Luc Godard, lo convirtió en una de las principales figuras del movimiento cultural francés conocido como la nouvelle vague. Ganador del Premio César 1989 al mejor actor por el filme El imperio del león (1988), premio que rechazó. Fue condecorado en 2007 con la Legión de Honor en el grado de Comandante.[3]
Considerado como uno de los mejores actores de la historia del cine francés, la popularidad de Jean-Paul Belmondo como actor, se debe principalmente a las personalidades de los personajes que interpretó en sus películas, poniendo en valor al hombre viril, luchador, pero también valiente y heroico, que complace a una amplia audiencia en Francia, sino también en el extranjero.
Biografía
Nacido en 1933 en Neuilly-sur-Seine, en la periferia burguesa de París, Belmondo era hijo de artistas: un escultor parisino, de origen italiano, Paul Belmondo[4] (1898-1982) y la pintora Madeline Rainaud-Richard que solía tomarlo como modelo para sus lienzos, tuvo dos hermanos, Alain Belmondo, productor de cine, y Muriel Belmondo, bailarina profesional.[5]
Mal alumno, aficionado al fútbol y boxeador amateur durante su juventud, Belmondo quería ser actor desde adolescente,[6] y por ello fue a una escuela privada de interpretación. Rechazado por el Conservatorio de Arte Dramático de París en tres ocasiones, cuando por fin entró en 1952 se convirtió en uno de sus alumnos más carismáticos.[5]
Trayectoria
Después de algunas participaciones en obras de teatro debutó en el cine en la película À pied, à cheval et en voiture (1957), pero casi todas sus escenas fueron eliminadas durante el montaje. Sin embargo, en 1959, el director Jean-Luc Godard le dio el papel principal en su película À bout de souffle (1960), que llegó a ser un clásico del cine francés, lanzándolo a la fama.[7]
Aficionado al fútbol y al boxeo en su juventud,[4] logró un físico atlético y una nariz quebrada, que le darían ventajas en su carrera cinematográfica. Explotó inteligentemente su aspecto, y el mote de el hombre más feo del cine francés, pero a la vez muy seductor. Hizo gran amistad con Alain Delon, y siguió su ejemplo al fundar su propia empresa productora.[8]
No sólo fue distinguido con la Orden de la Legión de Honor por el presidente de la República, sino que también fue presidente del Sindicato de Actores en los 60. El Festival de Cannes le rindió tributo otorgándole una Palma de Oro honorífica.[6]
Últimos años y muerte
En los últimos años sufrió accidentes que lo sometieron a cirugías de las que no sanaría completamente. La mañana del 6 de septiembre de 2021 Jean-Paul Belmondo murió a los 88 años en su casa del número 39, del Quai d'Orsay en el 7° distrito de París. Allí vivió durante unos años, después de haber vivido en una mansión en el 9, rue des Saints-Peres en el 6º distrito de París.[10][11] Su abogado, Michel Godest, quien anunció la noticia emitiendo un comunicado de prensa a la Agence France-Presse, dijo: «Hacía tiempo que estaba muy cansado. Murió tranquilamente». Al día siguiente, Michel Godest anuncia que el funeral de Jean-Paul Belmondo tendrá lugar el 10 de septiembre a las 11 horas, en la iglesia de Saint-Germain-des-Prés. A nivel de las autoridades políticas, se le rindió un homenaje nacional el día anterior en Los Inválidos,[12] donde el presidente Macron clausuró una ceremonia de despedida con todos los honores, en la que estuvieron presentes la familia del célebre actor, colegas de profesión, figuras políticas y centenares de admiradores. Entre el público asistente se hallaban estrellas actuales del cine francés como Jean Dujardin.[13]
La entrada del ataúd al recinto, cubierto con la bandera francesa, bajo un sol reluciente y el redoble de los tambores militares, suscitó emoción entre la familia del actor. El presidente francés, un confeso amante de las artes escénicas, consideró que perder a Belmondo significó “no solo perder a un gran actor”, sino “una parte de la vida" de los franceses. Tras la ceremonia estuvo previsto que pudieran desfilar ante el féretro todos aquellos que lo deseasen.[14][15][16]
2009 : Un homme et son chien (Un hombre y su perro) de Francis Huster
Trabajos para televisión
1959: Les trois mousquetaires, telefilme dirigido por Claude Barma.
2001: L'aîné des Ferchaux, telefilme de Bernard Stora, en el que Belmondo interpreta, 38 años después de la adaptación cinematográfica de 1963, el papel que entonces interpretó Charles Vanel, mientras que el papel que él interpretó en aquella ocasión lo interpreta la por aquel entonces joven promesa del cine francés Samy Naceri.
Premio Brigadier por Kean de Jean-Paul Sartre, Théâtre Marigny, 1987
César al mejor actor por Itinéraire d'un enfant gâté, Césars, 1989
Premio Coq de la Communauté française de Belgique spécial. Bruxelles, 2012
Nominaciones
BAFTA al mejor actor por Léon Morin, 1963
BAFTA al mejor actor por Pierrot le fou, 1967
Homenajes
Palma de Honor a su trayectoria en el Festival de Cannes 2011
León de Oro a su carrera durante el Festival de Venecia 2016
Homenaje de l'Académie des César a su carrera durante la gala de los César 2017.
Condecoraciones
Commandeur de la Légion d'honneur (2007)
Grand officier de la orden nacional du Mérite (2017)
Commandeur de la orden des Arts et des Lettres (2006)
Chevalier de la orden de Léopold (Bélgica, 2012)
Legado
A lo largo de su carrera, se le llamó el homólogo francés de actores como James Dean, Marlon Brando y Humphrey Bogart.[18] Por sus interpretaciones como policía en muchas películas, la Policía Nacional de Francia dijo que "Aunque sólo fuera cine, usted era en cierto modo uno de los nuestros, Mr. Belmondo".[19] A lo largo de su carrera, se le consideró un actor francés influyente y a menudo se le vio como el rostro de la nouvelle vague francesa.[20] Se describió a Belmondo como el "mascarón de proa" de la Nueva Ola Francesa, con sus técnicas de actuación a menudo consideradas como la captura del estilo y la imaginación de Francia en la década de 1960.[21]
Muchos de sus papeles en el cine, especialmente como Michel Poiccard, fueron considerados como "legendarios" y muy influyentes.[22] A pesar de su reticencia a aprender inglés, muchos creen que si hubiera aceptado ofertas de Hollywood, su éxito allí habría sido comparable al de otros actores franceses como Charles Boyer o Maurice Chevalier.[22] En un obituario de The Guardian, aclamaron a Belmondo como una "parte integral de la historia del cine francés, y de la propia Francia".[22] Se le describió como el "epítome de lo cool".[23]
El director de cine estadounidense Quentin Tarantino citó a Belmondo como influencia y lo calificó como "un verbo que representa la vitalidad, el carisma, la fuerza de voluntad, representa lo súper cool".[24] El director inglés Edgar Wright dijo que "el cine nunca volverá a ser tan cool" tras la muerte de Belmondo.[25] Fue descrito como un icono del cine francés y por su influencia en la configuración del cine europeo moderno.[21]
Jean-Paul Belmondo también dio sus rasgos al héroe de una serie de cómics italianos fumetti en pequeño formato titulada Goldrake, publicada entre 1966 y 1980, editada en Francia por Elvifrance con el título de Goldboy.[27][28]
En la película de animación japonesa Las mil y una noches (1969), el rostro del héroe Aladino en Aladino o la lámpara maravillosa adoptó los rasgos de Belmondo.
El dibujante de mangas Buichi Terasawa, fan del actor, se inspiró en él para crear su personaje de Cobra.[29]
Otra referencia en la cultura japonesa, es que la familia Belmont de la que descienden todos los héroes de la serie de juegos Castlevania se llamaba Belmondo en la versión original en japonés.[30]